DICCIONARIO MÉDICO

Aborto habitual

¿Qué se considera aborto habitual?

El aborto habitual, también conocido como aborto recurrente, es una condición médica definida como la ocurrencia de tres o más abortos espontáneos consecutivos antes de las 20 semanas de gestación. Esta condición afecta aproximadamente al 1-2% de las parejas que intentan concebir y puede ser una experiencia devastadora tanto física como emocionalmente. El aborto habitual puede tener múltiples causas, algunas de las cuales pueden ser identificadas y tratadas, mientras que otras pueden permanecer desconocidas incluso después de una evaluación exhaustiva.

Causas de aborto habitual

Las causas del aborto habitual pueden clasificarse en varias categorías: genéticas, anatómicas, hormonales, inmunológicas, infecciosas y otras.

  • Las causas genéticas son una de las razones más comunes de aborto habitual. Las anomalías cromosómicas en el embrión pueden impedir el desarrollo normal y llevar a un aborto espontáneo. Estas anomalías pueden ser resultado de errores en la meiosis durante la formación de los gametos o pueden ser heredadas de uno de los padres. Los cariotipos de los padres pueden realizarse para identificar posibles anomalías cromosómicas balanceadas que podrían contribuir a los abortos recurrentes.
  • Las causas anatómicas incluyen anomalías en la estructura del útero que pueden interferir con la implantación y el desarrollo del embrión. Estas anomalías pueden ser congénitas, como el útero septado, bicorne o unicorne, o adquiridas, como los fibromas uterinos, sinequias uterinas (síndrome de Asherman) o pólipos endometriales. Las anomalías uterinas pueden ser evaluadas mediante técnicas de imagen como la ecografía transvaginal, la histerosalpingografía o la resonancia magnética, y en algunos casos, pueden ser corregidas quirúrgicamente.
  • Las causas hormonales y endocrinas también juegan un papel importante en el aborto habitual. Las deficiencias en la fase lútea, donde el cuerpo no produce suficiente progesterona para mantener el embarazo, pueden llevar a abortos espontáneos. Otras condiciones endocrinas como el síndrome de ovario poliquístico, la diabetes no controlada y los trastornos tiroideos pueden aumentar el riesgo de aborto. El tratamiento de estas condiciones puede incluir la suplementación con progesterona, el manejo de la diabetes y la regulación de la función tiroidea.
  • Las causas inmunológicas son complejas y pueden involucrar una respuesta inmunitaria anormal del cuerpo de la mujer contra el embrión. El síndrome de anticuerpos antifosfolípidos es una condición autoinmune que puede causar trombosis y afectar la placenta, llevando a abortos recurrentes. El tratamiento para esta condición puede incluir el uso de aspirina y heparina de bajo peso molecular para reducir el riesgo de trombosis.
  • Las infecciones crónicas del tracto reproductivo pueden también contribuir al aborto habitual. Infecciones como la clamidia, la gonorrea, el micoplasma y la ureaplasma pueden causar inflamación y daño al endometrio, afectando la capacidad del útero para mantener un embarazo. El tratamiento de estas infecciones generalmente implica el uso de antibióticos específicos para erradicar los patógenos.

Además de las causas mencionadas, existen otros factores que pueden contribuir al aborto habitual. Estos incluyen factores ambientales como la exposición a toxinas, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol y el estrés. El manejo de estos factores implica cambios en el estilo de vida y la adopción de hábitos saludables.

Diagnóstico y tratamiento del aborto habitual

El diagnóstico y manejo del aborto habitual requieren una evaluación integral por parte de un especialista en fertilidad o un ginecólogo. El proceso de evaluación generalmente incluye una historia clínica detallada, un examen físico y una serie de pruebas específicas para identificar las posibles causas subyacentes. Las pruebas pueden incluir análisis de sangre para evaluar los niveles hormonales y detectar condiciones autoinmunes, estudios genéticos, pruebas de imagen para evaluar la anatomía uterina y cultivos para identificar infecciones.

El tratamiento del aborto habitual depende de la causa identificada. En casos donde se detecta una anomalía anatómica, la cirugía correctiva puede ser una opción. Para las causas hormonales, la suplementación con progesterona y el manejo de condiciones endocrinas son tratamientos comunes. Las condiciones autoinmunes pueden ser manejadas con medicamentos que reduzcan la actividad inmunitaria anormal, mientras que las infecciones se tratan con antibióticos adecuados.

Además del tratamiento médico, el apoyo emocional y psicológico es crucial para las parejas que experimentan aborto habitual. La pérdida recurrente del embarazo puede tener un impacto significativo en la salud mental y emocional, y es esencial proporcionar recursos de apoyo, como consejería y grupos de apoyo, para ayudar a las parejas a manejar su dolor y ansiedad.

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