Aborto incompleto

Qué es un aborto incompleto

El aborto incompleto es una complicación del embarazo que ocurre cuando parte del tejido gestacional permanece en el útero tras la expulsión parcial del contenido uterino. Esta condición requiere atención médica inmediata, ya que puede dar lugar a infecciones, hemorragias y otras complicaciones graves si no se maneja adecuadamente. Comprender sus causas, diagnóstico y tratamiento es fundamental para garantizar la salud y seguridad de la paciente.

Definición de aborto incompleto

El aborto incompleto se define como la expulsión parcial de los productos de la concepción (embrión, saco gestacional o tejido placentario), dejando restos en la cavidad uterina. Este tipo de aborto puede presentarse de forma espontánea o como complicación de un procedimiento de interrupción del embarazo. La paciente puede experimentar síntomas como sangrado vaginal persistente, dolor abdominal y fiebre, dependiendo de la cantidad de tejido retenido y del tiempo que permanezca en el útero.

Causas del aborto incompleto

El aborto incompleto puede tener diversas causas, que incluyen factores genéticos, anatómicos, infecciosos y procedimientos mal realizados. Entre las principales causas se encuentran:

• Anomalías cromosómicas: defectos genéticos en el embrión que impiden su desarrollo normal.
• Infecciones: infecciones uterinas o sistémicas que afectan el embarazo.
• Alteraciones uterinas: como malformaciones uterinas o fibromas que dificultan la implantación adecuada.
• Procedimientos incompletos: interrupciones del embarazo realizadas sin técnicas adecuadas o en entornos no médicos.

Síntomas del aborto incompleto

Los síntomas del aborto incompleto pueden variar en severidad dependiendo de la cantidad de tejido retenido en el útero. Los signos clínicos más comunes incluyen:

• Sangrado vaginal abundante: flujo persistente que puede incluir coágulos.
• Dolor abdominal: dolor tipo cólico en la región pélvica.
• Fiebre y escalofríos: indicativos de una posible infección uterina.
• Persistencia de síntomas de embarazo: debido a la presencia de tejido placentario activo.

Diagnóstico del aborto incompleto

El diagnóstico del aborto incompleto se realiza mediante una combinación de historia clínica, examen físico y estudios de imagen. Los pasos diagnósticos incluyen:

1. Historia clínica: evaluación de los síntomas, antecedentes obstétricos y posibles factores de riesgo.
2. Examen físico: exploración ginecológica para evaluar el sangrado, el tamaño uterino y la presencia de tejido retenido.
3. Ecografía transvaginal: método diagnóstico principal para identificar restos gestacionales en la cavidad uterina.
4. Pruebas de laboratorio: niveles de gonadotropina coriónica humana (hCG) y hemograma para evaluar la gravedad de la condición.

Tratamiento del aborto incompleto

El manejo del aborto incompleto se enfoca en eliminar los restos gestacionales del útero y prevenir complicaciones como infecciones o hemorragias. Las opciones de tratamiento incluyen:

• Manejo médico: administración de medicamentos como misoprostol para facilitar la expulsión del tejido retenido.
• Manejo quirúrgico: procedimientos como legrado uterino o aspiración manual endouterina (AMEU) para retirar los restos gestacionales de forma segura.
• Manejo expectante: en casos seleccionados, se observa a la paciente para permitir que el útero expulse naturalmente los restos, bajo estricta supervisión médica.

Complicaciones del aborto incompleto

Si no se trata adecuadamente, el aborto incompleto puede dar lugar a complicaciones graves, como:

• Infección uterina: como endometritis o septicemia en casos avanzados.
• Hemorragias severas: que pueden requerir transfusiones de sangre o intervenciones quirúrgicas de emergencia.
• Perforación uterina: como complicación de un manejo quirúrgico inadecuado.
• Impacto psicológico: ansiedad, depresión o trastorno de estrés postraumático relacionado con la experiencia del aborto.

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