Aborto incompleto

¿Qué es un aborto incompleto?

El aborto incompleto es una condición médica en la que un aborto espontáneo no se resuelve completamente, dejando tejido fetal o placentario dentro del útero. Esta situación puede llevar a complicaciones graves si no se trata adecuadamente, incluyendo infecciones, sangrado excesivo y problemas a largo plazo con la fertilidad. Es crucial que las mujeres que experimentan un aborto incompleto reciban atención médica inmediata para evitar estas complicaciones.

El diagnóstico de aborto incompleto se basa en la presentación clínica y en pruebas de imagen. Los síntomas típicos incluyen sangrado vaginal persistente, dolor abdominal tipo cólico y la expulsión de tejido fetal. En algunos casos, las mujeres pueden presentar fiebre, lo cual indica una infección. La ecografía transvaginal es la herramienta principal para confirmar el diagnóstico, ya que puede mostrar la presencia de restos de tejido en el útero.

Las causas de un aborto incompleto pueden ser diversas. En muchos casos, un aborto espontáneo se inicia debido a anomalías cromosómicas en el feto que impiden su desarrollo normal. Sin embargo, factores como desequilibrios hormonales, infecciones, problemas anatómicos del útero y trastornos inmunológicos también pueden contribuir a la ocurrencia de un aborto y su resolución incompleta.

El manejo del aborto incompleto puede ser médico o quirúrgico, dependiendo de la cantidad de tejido retenido, la estabilidad de la paciente y sus preferencias personales.

• El manejo médico implica el uso de medicamentos para inducir contracciones uterinas y facilitar la expulsión del tejido retenido. Los medicamentos más comúnmente utilizados son la mifepristona y el misoprostol. La mifepristona bloquea la hormona progesterona, necesaria para mantener el embarazo, mientras que el misoprostol induce contracciones uterinas. Este tratamiento es efectivo en la mayoría de los casos y permite evitar la cirugía, aunque puede estar asociado con efectos secundarios como dolor abdominal, náuseas y diarrea.
• El manejo quirúrgico es necesario en casos donde el manejo médico no es efectivo o si la paciente presenta signos de infección o sangrado severo. Los procedimientos quirúrgicos incluyen la aspiración al vacío y el legrado por dilatación y curetaje (D&C). Estos procedimientos se realizan generalmente bajo anestesia local o general y son efectivos para asegurar que el útero quede completamente limpio de tejido retenido. La aspiración al vacío es el método preferido debido a su menor riesgo de complicaciones en comparación con el D&C.

Además del tratamiento inmediato, es fundamental proporcionar apoyo emocional a las mujeres que han experimentado un aborto incompleto. La pérdida de un embarazo puede ser una experiencia traumática y emocionalmente devastadora. Las mujeres deben tener acceso a recursos de apoyo, como consejería y grupos de apoyo, para ayudarles a procesar su pérdida y recuperarse emocionalmente.

El seguimiento médico después del tratamiento de un aborto incompleto es crucial para asegurar la recuperación completa y prevenir complicaciones a largo plazo. Esto incluye exámenes físicos y ecografías para confirmar que el útero está limpio y que no hay signos de infección. Además, se debe proporcionar información sobre opciones anticonceptivas y planificación familiar para prevenir embarazos no deseados en el futuro.

La prevención del aborto incompleto implica abordar los factores de riesgo modificables antes y durante el embarazo. Esto incluye el control de enfermedades crónicas, como la diabetes y la hipertensión, la adopción de un estilo de vida saludable, y la atención prenatal regular. Las mujeres deben ser educadas sobre los signos y síntomas de complicaciones del embarazo y la importancia de buscar atención médica temprana si presentan síntomas preocupantes.

En algunos casos, puede ser necesario realizar pruebas adicionales para identificar la causa subyacente de los abortos recurrentes o incompletos. Estas pruebas pueden incluir análisis de sangre para evaluar los niveles hormonales, pruebas genéticas, estudios de imagen del útero y pruebas para detectar infecciones o trastornos autoinmunes. Identificar y tratar cualquier problema subyacente puede mejorar las posibilidades de un embarazo exitoso en el futuro.

© Clínica Universidad de Navarra 2023