DICCIONARIO MÉDICO

Acidificación

¿Qué es la acidificación?

La acidificación es un proceso fisiológico y bioquímico fundamental en el organismo humano, implicado en la regulación del equilibrio ácido-base, el metabolismo celular y diversas funciones biológicas. En el contexto de la medicina, la acidificación se refiere a la capacidad del cuerpo para mantener un pH óptimo en los fluidos corporales, lo que es crucial para la homeostasis y la salud general.

Mecanismos de Acidificación

Regulación del pH corporal

El pH es una medida de la concentración de hidrogeniones (H+) en una solución. El cuerpo humano debe mantener un pH estrechamente regulado, generalmente entre 7.35 y 7.45 en la sangre arterial, para asegurar el funcionamiento óptimo de las enzimas y los procesos metabólicos. La acidificación es un componente clave de este equilibrio, permitiendo al cuerpo eliminar el exceso de ácidos producidos por el metabolismo y otras fuentes.

Sistemas tampón

El cuerpo utiliza varios sistemas tampón para regular el pH, neutralizando los ácidos y las bases. Los principales sistemas tampón incluyen:

  • Sistema Bicarbonato-Ácido Carbónico: Este es el principal sistema tampón en el plasma sanguíneo. El bicarbonato (HCO3-) actúa como una base, mientras que el ácido carbónico (H2CO3) actúa como un ácido. La reacción reversible entre estos dos compuestos ayuda a mantener el equilibrio ácido-base.
  • Sistema Fosfato: Este sistema es más activo en el líquido intracelular y en los riñones. El fosfato diácido (H2PO4-) puede aceptar o donar un hidrogenión, regulando así el pH.
  • Proteínas: Las proteínas, como la hemoglobina en los glóbulos rojos, también actúan como tampones al aceptar o donar hidrogeniones.

Excreción renal de ácidos

Los riñones juegan un papel crucial en la acidificación mediante la excreción de hidrogeniones y la reabsorción de bicarbonato. Este proceso ocurre principalmente en los túbulos proximales, los túbulos distales y los conductos colectores de los riñones. La excreción renal de ácidos incluye:

  • Reabsorción de bicarbonato: Los riñones reabsorben casi todo el bicarbonato filtrado en los túbulos proximales, ayudando a neutralizar los ácidos en la sangre.
  • Secreción de hidrogeniones: Las células intercaladas en los túbulos distales y los conductos colectores secretan hidrogeniones en la luz tubular, contribuyendo a la excreción de ácido y a la producción de amoníaco y ácido titulable.

Respiración

Los pulmones también contribuyen a la regulación del pH al eliminar el dióxido de carbono (CO2), un subproducto del metabolismo celular. El CO2 se disuelve en la sangre y se convierte en ácido carbónico, que luego se disocia en hidrogeniones y bicarbonato. La ventilación pulmonar regula los niveles de CO2, influenciando así el equilibrio ácido-base.

Relevancia clínica de la acidificación

Acidosis metabólica

La acidosis metabólica es una condición caracterizada por un pH sanguíneo bajo debido a un exceso de ácidos o una pérdida de bicarbonato. Las causas comunes incluyen insuficiencia renal, cetoacidosis diabética y diarrea severa. Los síntomas pueden incluir fatiga, confusión, respiración rápida y profunda (respiración de Kussmaul), y en casos graves, coma.

Alcalosis metabólica

La alcalosis metabólica se caracteriza por un pH sanguíneo elevado debido a una pérdida de hidrogeniones o un exceso de bicarbonato. Las causas comunes incluyen vómitos prolongados, uso de diuréticos y hipopotasemia. Los síntomas pueden incluir debilidad muscular, calambres, irritabilidad y arritmias cardíacas.

Litiasis renal

La acidificación urinaria tiene implicaciones en la formación de cálculos renales. Un pH urinario bajo puede favorecer la formación de cálculos de ácido úrico, mientras que un pH alto puede favorecer la formación de cálculos de fosfato de calcio y estruvita. La manipulación del pH urinario mediante la dieta y la medicación puede ser una estrategia efectiva para prevenir la recurrencia de cálculos renales.

Diagnóstico y evaluación de la acidificación

El diagnóstico y la evaluación de los trastornos del equilibrio ácido-base implican una combinación de pruebas de laboratorio, incluyendo:

  • Gasometría arterial: Mide el pH sanguíneo, la presión parcial de dióxido de carbono (pCO2) y la concentración de bicarbonato (HCO3-), proporcionando información sobre el estado ácido-base del paciente.
  • Análisis de orina: Evalúa el pH urinario y otros parámetros importantes, como la concentración de electrolitos y la presencia de cristales o cálculos.
  • Pruebas de función renal: Incluyen la medición de la creatinina sérica y la tasa de filtración glomerular (TFG) para evaluar la función renal.

Tratamiento de los trastornos de acidificación

Acidosis metabólica

El tratamiento de la acidosis metabólica depende de la causa subyacente e incluye:

  • Bicarbonato de sodio: Se utiliza para neutralizar el exceso de ácidos en la sangre. Puede administrarse por vía oral o intravenosa.
  • Corrección de la causa subyacente: Incluye el tratamiento de la insuficiencia renal, la cetoacidosis diabética o la diarrea severa.

Alcalosis metabólica

El tratamiento de la alcalosis metabólica también depende de la causa subyacente e incluye:

  • Cloruro de potasio: Se utiliza para corregir la hipopotasemia y la alcalosis asociada.
  • Corrección de la causa subyacente: Incluye el tratamiento de los vómitos prolongados, el ajuste de la terapia con diuréticos y la corrección de otros desequilibrios electrolíticos.

Litiasis Renal

La prevención y el tratamiento de los cálculos renales incluyen la manipulación del pH urinario mediante:

  • Citrato de potasio: Se utiliza para alcalinizar la orina y prevenir la formación de cálculos de ácido úrico y oxalato de calcio.
  • Ajustes dietéticos: Incluyen la reducción de la ingesta de purinas, oxalatos y sodio, así como el aumento de la ingesta de líquidos para reducir la concentración de solutos en la orina.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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