DICCIONARIO MÉDICO
Ácido tetraiodotiroacético
El ácido tetraiodotiroacético (Tetrac) es un derivado iodado de la hormona tiroidea tiroxina (T4) que ha demostrado tener múltiples efectos biológicos, especialmente en el contexto de la modulación de la actividad de la hormona tiroidea y su interacción con diversos sistemas celulares. Este compuesto se distingue por su capacidad para actuar como un antagonista no genómico de la hormona tiroidea, interfiriendo con las acciones que estas hormonas ejercen a través de su receptor en la membrana plasmática, conocido como integrina αvβ3. El Tetrac es particularmente interesante porque, a diferencia de las hormonas tiroideas tradicionales como la tiroxina (T4) y la triyodotironina (T3), no ingresa al núcleo celular para modificar directamente la expresión génica. En cambio, se une a la integrina αvβ3, que se encuentra en la superficie celular, y modula varias cascadas de señalización intracelular. Esta propiedad permite que el Tetrac influya en procesos biológicos sin los efectos genómicos típicos de las hormonas tiroideas, ofreciendo una vía alternativa para la regulación de funciones celulares. Uno de los efectos más significativos del Tetrac es su capacidad para inhibir la proliferación de células cancerosas. Este efecto se ha observado en diversos tipos de cáncer, incluidos el glioblastoma, el cáncer de mama y el cáncer de pulmón. El mecanismo subyacente a esta inhibición incluye la alteración de la señalización angiogénica, que es crucial para el crecimiento y la diseminación de los tumores. Al interferir con la integrina αvβ3, el Tetrac puede reducir la formación de nuevos vasos sanguíneos que los tumores necesitan para su crecimiento, lo que lo convierte en un prometedor agente terapéutico antiangiogénico. Además de sus propiedades antitumorales, el Tetrac también muestra efectos antiinflamatorios y de regulación inmune. Estos efectos se deben en parte a su capacidad para modular la expresión de citoquinas y otros mediadores inflamatorios a través de vías de señalización no genómicas. La reducción de la inflamación puede tener beneficios en una variedad de condiciones médicas, desde enfermedades autoinmunes hasta trastornos metabólicos. El Tetrac también ha sido investigado por sus potenciales efectos en el metabolismo y la función cardiovascular. Al actuar sobre la integrina αvβ3, puede influir en la contractilidad del miocardio y la función endotelial, lo que podría tener implicaciones para el tratamiento de enfermedades cardíacas. Además, sus efectos en el metabolismo de los lípidos y la glucosa sugieren que podría ser útil en el manejo de enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2 y la obesidad. En el ámbito de la endocrinología, el Tetrac ofrece una perspectiva única sobre cómo se pueden modular los efectos de las hormonas tiroideas de manera selectiva. La capacidad del Tetrac para actuar específicamente en la superficie celular sin entrar en el núcleo proporciona una herramienta valiosa para la investigación y el desarrollo de nuevas terapias que puedan aprovechar las vías de señalización de la hormona tiroidea sin los efectos secundarios asociados con la activación directa de la expresión génica. A nivel molecular, el Tetrac interactúa con varios componentes de las vías de señalización intracelular. Entre ellos se encuentran las vías de señalización de MAPK (proteína quinasa activada por mitógenos) y PI3K/Akt, que están implicadas en la regulación de la proliferación celular, la supervivencia y la apoptosis. Al modular estas vías, el Tetrac puede inducir cambios significativos en el comportamiento celular, lo que subraya su potencial como agente terapéutico multifacético. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es el ácido tetraiodotiroacético?
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