DICCIONARIO MÉDICO
Angina de pecho
La angina de pecho es una afección médica caracterizada por dolor o molestia en el pecho, que generalmente surge como consecuencia de una disminución del suministro de sangre oxigenada al músculo cardíaco (miocardio). Esta disminución en el flujo sanguíneo es causada comúnmente por la obstrucción parcial o el estrechamiento de las arterias coronarias, responsables de llevar sangre al corazón. La angina de pecho se clasifica como un síntoma de la enfermedad arterial coronaria (EAC), que es una de las principales causas de muerte y morbilidad a nivel mundial. Existen dos tipos principales de angina de pecho: angina estable e inestable. La angina estable ocurre durante la realización de actividades físicas o situaciones de estrés emocional, y suele durar entre 1 y 15 minutos. Por lo general, se alivia con el reposo o con el uso de medicamentos como la nitroglicerina. La angina inestable, por otro lado, puede ocurrir en reposo, y su duración e intensidad son menos predecibles. Este tipo de angina representa un mayor riesgo de ataque cardíaco y requiere atención médica urgente. Los factores de riesgo para el desarrollo de la angina de pecho incluyen el envejecimiento, el tabaquismo, la hipertensión arterial, la diabetes, el colesterol elevado, la obesidad, el sedentarismo y antecedentes familiares de enfermedad arterial coronaria. La prevención y el control de estos factores de riesgo son fundamentales para reducir la probabilidad de padecer angina de pecho y otras enfermedades cardiovasculares. El diagnóstico de la angina de pecho se basa en la evaluación de los síntomas, el historial médico y la realización de pruebas complementarias, como electrocardiograma (ECG), ecocardiograma, pruebas de esfuerzo, angiografía coronaria y otras técnicas de imagen no invasivas. Estas pruebas ayudan a determinar la presencia, severidad y localización de la obstrucción arterial, así como la función cardíaca y la respuesta al ejercicio. El tratamiento de la angina de pecho tiene como objetivos aliviar los síntomas, mejorar la calidad de vida, reducir el riesgo de eventos cardiovasculares y retardar la progresión de la enfermedad arterial coronaria. El manejo terapéutico incluye cambios en el estilo de vida (dieta, ejercicio, control de peso, dejar de fumar), medicamentos (nitratos, betabloqueantes, bloqueadores de los canales de calcio, antiplaquetarios, estatinas) y, en casos más graves, procedimientos de revascularización, como la angioplastia coronaria o el bypass coronario.¿Qué es la angina de pecho?
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