DICCIONARIO MÉDICO

Ayudas de baja visión

¿Qué son las ayudas de baja visión?

Las ayudas de baja visión son dispositivos y herramientas diseñadas para mejorar la capacidad visual de personas con deficiencias severas de la vista que no pueden ser corregidas completamente mediante gafas convencionales, lentes de contacto, medicamentos o cirugías.

Estas ayudas son fundamentales para potenciar la independencia y calidad de vida de los pacientes con baja visión, una condición que afecta a millones de personas en el mundo.

¿Qué es la baja visión?

La baja visión es una condición oftalmológica en la que la capacidad visual está significativamente reducida y no puede mejorarse con métodos convencionales. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se considera baja visión cuando la agudeza visual es inferior a 20/70 (0.3 en la escala decimal) en el mejor ojo, incluso con la mejor corrección óptica.

Causas de la baja visión

La baja visión puede ser resultado de diversas enfermedades y condiciones oftalmológicas. Las causas más frecuentes incluyen:

  • Degeneración macular asociada a la edad (DMAE): Principal causa de baja visión en personas mayores de 65 años.
  • Retinopatía diabética: Deterioro de los vasos sanguíneos de la retina causado por la diabetes.
  • Glaucoma: Daño al nervio óptico por presión intraocular elevada.
  • Cataratas: Opacidad del cristalino que reduce la calidad de la visión.
  • Retinitis pigmentosa: Trastorno genético que afecta a los fotorreceptores de la retina.
  • Daño por traumatismos oculares: Lesiones que alteran la función del ojo.

Tipos de ayudas para la baja visión

Las ayudas para la baja visión se dividen en ópticas, no ópticas y electrónicas, cada una con aplicaciones específicas según las necesidades del paciente.

Ayudas ópticas

  • Lupas de aumento: Disponibles en formatos manuales, de pie o con iluminación incorporada.
  • Telescopios: Adaptados para mejorar la visión de objetos a larga distancia.
  • Microscopios ópticos: Útiles para leer o realizar actividades que requieren precisión.
  • Filtros especiales: Reducen el deslumbramiento y mejoran el contraste visual.

Ayudas no ópticas

  • Iluminación adaptativa: Lámparas y luces de alto contraste.
  • Materiales de alto contraste: Libros, relojes y objetos cotidianos con diseño visual optimizado.
  • Marcos guía: Facilitan la lectura y escritura.

Ayudas electrónicas

  • Lupas electrónicas portátiles: Pantallas que amplían texto e imágenes.
  • Sistemas de ampliación digital: Dispositivos que conectan a televisores o monitores.
  • Software de ampliación de pantalla: Especialmente útil para personas con discapacidad visual que utilizan ordenadores.
  • Tecnologías de lectura asistida: Sistemas que convierten texto en audio.

Beneficios de las ayudas para baja visión

Mejora de la independencia

  • Permiten realizar actividades diarias como leer, cocinar, escribir y desplazarse con mayor facilidad.

Optimización del rendimiento visual

  • Aumentan la capacidad de interpretar detalles finos, como letras pequeñas o números.

Aumento de la confianza

  • Facilitan la reintegración a la vida social y laboral.

Reducción del estrés visual

  • Disminuyen el cansancio asociado al esfuerzo por enfocar.

Evaluación para determinar la ayuda adecuada

El proceso para seleccionar la ayuda para baja visión más adecuada requiere una evaluación exhaustiva por parte de un especialista en oftalmología y baja visión:

  • Historial médico: Revisión de antecedentes oftalmológicos y enfermedades sistémicas asociadas.
  • Examen visual: Medición de la agudeza visual, campo visual y sensibilidad al contraste.
  • Pruebas funcionales: Evaluación de tareas diarias específicas como lectura, escritura o movilidad.
  • Pruebas con dispositivos: Ensayo de diferentes dispositivos ópticos y electrónicos para determinar su eficacia en el paciente.

Limitaciones de las ayudas para baja visión

Aunque las ayudas para baja visión son efectivas, no restauran completamente la visión normal. Algunas limitaciones incluyen:

  • Requieren entrenamiento y adaptación por parte del usuario.
  • Algunas ayudas electrónicas pueden ser costosas y no están disponibles en todos los lugares.
  • No todos los pacientes son candidatos ideales para ciertos dispositivos, dependiendo de la causa subyacente de la baja visión.

Recomendaciones para pacientes con baja visión

  • Consultar regularmente con un oftalmólogo especializado.
  • Participar en programas de rehabilitación visual.
  • Adoptar estrategias de organización y adaptaciones en el hogar para maximizar la seguridad y funcionalidad.
  • Utilizar iluminación adecuada en espacios interiores para minimizar el deslumbramiento.
  • Explorar el uso de tecnologías de asistencia para el día a día.

Innovaciones en las ayudas para baja visión

Con los avances tecnológicos, las ayudas para baja visión están evolucionando rápidamente. Algunas innovaciones incluyen:

  • Dispositivos de realidad aumentada (AR): Mejoran la visión periférica y amplifican detalles.
  • Implantes retinianos: Prometedores en el tratamiento de enfermedades degenerativas de la retina.
  • Inteligencia artificial (IA): Sistemas que identifican objetos y texto en tiempo real.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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