DICCIONARIO MÉDICO

Bacteriuria asintomática

¿Qué es la bacteriuria asintomática?

La bacteriuria asintomática es una condición clínica caracterizada por la presencia de bacterias en la orina sin manifestaciones clínicas de infección del tracto urinario (ITU). A pesar de que la orina normalmente es estéril, la bacteriuria asintomática es una situación común, especialmente en ciertas poblaciones como mujeres, personas mayores y pacientes con diabetes mellitus. La bacteriuria asintomática se detecta a través de análisis microbiológicos de la orina y su manejo depende de múltiples factores, incluyendo el contexto clínico del paciente y los posibles riesgos asociados.

El diagnóstico de bacteriuria asintomática se establece cuando un cultivo de orina muestra la presencia de más de 100,000 unidades formadoras de colonias (UFC) por mililitro de una o dos especies bacterianas en dos muestras consecutivas de orina en mujeres o en una sola muestra en hombres, en ausencia de síntomas de infección urinaria. Es importante diferenciar esta condición de una ITU sintomática para evitar tratamientos innecesarios con antibióticos.

La prevalencia de la bacteriuria asintomática varía según la población. En mujeres jóvenes sanas, la prevalencia es baja, generalmente inferior al 5%. Sin embargo, en mujeres mayores, especialmente aquellas que viven en instituciones de cuidados prolongados, la prevalencia puede superar el 20%. En pacientes diabéticos, la bacteriuria asintomática también es más frecuente, con tasas que oscilan entre el 9% y el 27%. Durante el embarazo, la prevalencia de bacteriuria asintomática es del 2% al 10%, y su detección y tratamiento son cruciales debido a las posibles complicaciones maternas y fetales.

Las bacterias más comúnmente implicadas en la bacteriuria asintomática incluyen Escherichia coli, que es la responsable de la mayoría de las ITU, así como otras bacterias como Klebsiella pneumoniae, Proteus mirabilis y especies de Enterococcus. La colonización de la vejiga por estas bacterias puede ser transitoria o persistente, y el riesgo de desarrollar una infección sintomática varía según el huésped y el microorganismo involucrado.

El manejo de la bacteriuria asintomática es un tema de debate y debe ser personalizado según el paciente. En la mayoría de los casos, la bacteriuria asintomática no requiere tratamiento con antibióticos, ya que el uso indiscriminado de antibióticos puede conducir a la resistencia bacteriana y a otros efectos adversos. Sin embargo, hay situaciones específicas en las que el tratamiento está indicado. En mujeres embarazadas, la bacteriuria asintomática debe ser tratada debido al riesgo aumentado de desarrollar pielonefritis, parto prematuro y bajo peso al nacer. El tratamiento en este caso reduce significativamente estos riesgos y se realiza con antibióticos seguros para el embarazo, como la nitrofurantoína y la amoxicilina.

Otra población en la que se recomienda el tratamiento de la bacteriuria asintomática es en pacientes que se van a someter a procedimientos urológicos invasivos, como la resección transuretral de la próstata o la cirugía de la vejiga. El objetivo del tratamiento es prevenir la bacteriemia y la sepsis postoperatoria. En estos casos, se administra un curso corto de antibióticos antes del procedimiento.

En contraste, en pacientes diabéticos, ancianos residentes en instituciones de cuidados prolongados y pacientes con catéteres permanentes, no se recomienda el tratamiento de la bacteriuria asintomática en ausencia de síntomas. Los estudios han demostrado que el tratamiento en estas poblaciones no reduce la incidencia de ITU sintomáticas ni mejora los resultados clínicos, pero sí aumenta el riesgo de efectos adversos y resistencia bacteriana.

La detección de la bacteriuria asintomática se realiza mediante el cultivo de orina. La técnica adecuada de recolección de la muestra es crucial para evitar la contaminación. En mujeres, se recomienda la técnica de "chorro medio" después de una limpieza perineal adecuada, mientras que en hombres se realiza generalmente mediante la recolección de la orina del chorro medio. En algunos casos, especialmente en pacientes con dificultades para proporcionar una muestra de orina limpia, puede ser necesario el uso de una sonda urinaria para obtener una muestra adecuada.

El papel de la microbiota urinaria y su relación con la bacteriuria asintomática es un área de investigación emergente. Estudios recientes sugieren que la vejiga no es estéril y que una microbiota urinaria equilibrada puede desempeñar un papel protector contra la colonización por patógenos urológicos. Esta nueva comprensión podría llevar a futuras estrategias terapéuticas que incluyan la modulación de la microbiota urinaria para prevenir infecciones del tracto urinario.

En la práctica clínica, la evaluación de la bacteriuria asintomática requiere una comprensión profunda de los factores de riesgo del paciente, su estado inmunitario y las posibles consecuencias de la intervención o la observación. La toma de decisiones debe basarse en las guías clínicas actuales, que se actualizan periódicamente para reflejar las mejores prácticas basadas en la evidencia.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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