DICCIONARIO MÉDICO

Basalioma

¿Qué es un basalioma?

El basalioma, también conocido como carcinoma basocelular, es el tipo más común de cáncer de piel y el tipo de cáncer más frecuente en los seres humanos. Representa aproximadamente el 80% de todos los cánceres de piel no melanoma. Este tipo de cáncer se origina en las células basales, que son células pequeñas y redondas ubicadas en la capa más profunda de la epidermis, la capa superficial de la piel. A pesar de su alta prevalencia, el basalioma tiene un crecimiento lento y raramente se disemina a otras partes del cuerpo, lo que lo hace menos peligroso que otros tipos de cáncer de piel como el melanoma.

El principal factor de riesgo para el desarrollo de un basalioma es la exposición a la radiación ultravioleta (UV), tanto del sol como de fuentes artificiales como las camas de bronceado. La exposición prolongada y repetida a los rayos UV puede dañar el ADN de las células de la piel, provocando mutaciones que pueden llevar al desarrollo de cáncer. Las personas con piel clara, ojos azules o verdes, cabello rubio o pelirrojo, y aquellas con antecedentes familiares de cáncer de piel tienen un mayor riesgo de desarrollar basaliomas. Además, el riesgo aumenta con la edad y es más común en personas mayores de 50 años.

Las manifestaciones clínicas del basalioma pueden variar ampliamente. Generalmente, se presenta como una pequeña protuberancia o nódulo de color perlado o ceroso, a menudo con vasos sanguíneos visibles en la superficie. También puede aparecer como una llaga abierta que no cicatriza, una mancha roja o irritada, o una cicatriz con bordes elevados. Las localizaciones más comunes son las áreas del cuerpo expuestas al sol, como la cara, las orejas, el cuello, el cuero cabelludo, los hombros y la espalda.

El diagnóstico del basalioma se realiza a través de una combinación de examen clínico y biopsia. Durante el examen clínico, un dermatólogo examina la lesión sospechosa y puede usar un dermatoscopio, un dispositivo de aumento que permite una visualización más detallada de la piel. Si se sospecha un basalioma, se toma una biopsia de la lesión, que consiste en extraer una pequeña muestra de tejido para su examen histológico bajo el microscopio. El análisis histológico confirma el diagnóstico y ayuda a determinar el tipo específico de carcinoma basocelular.

Existen varios subtipos histológicos de basalioma, cada uno con características distintas y diferentes grados de agresividad. Los subtipos incluyen el nodular, superficial, morfeiforme, infiltrante y micronodular. El tipo nodular es el más común y se caracteriza por una masa bien definida y elevada. El tipo superficial se presenta como una placa roja y escamosa y es más frecuente en el tronco. El tipo morfeiforme o esclerodermiforme es más agresivo y se presenta como una lesión cicatricial, a menudo con márgenes mal definidos. El tipo infiltrante y el micronodular también son más agresivos y tienen una mayor tendencia a la recidiva.

El tratamiento del basalioma depende de varios factores, incluyendo el tamaño, la ubicación y el subtipo histológico del tumor, así como la salud general del paciente y sus preferencias personales. Las opciones de tratamiento incluyen:

  • Cirugía excisional: Es el tratamiento más común y consiste en extirpar el tumor junto con un margen de tejido sano para asegurar la eliminación completa del cáncer. El tejido extraído se envía al laboratorio para confirmar que los márgenes están libres de células cancerosas.
  • Cirugía de Mohs: Este método ofrece la mayor tasa de curación para los basaliomas, especialmente en áreas críticas como la cara. Consiste en la extirpación del tumor capa por capa, con un examen histológico inmediato de cada capa hasta que no se detecten células cancerosas. Esto permite conservar la mayor cantidad posible de tejido sano.
  • Electrodesecación y curetaje: Esta técnica implica raspar el tumor con una cureta (un instrumento similar a una cuchara) y luego usar una aguja eléctrica para destruir cualquier célula cancerosa residual. Es más adecuada para tumores pequeños y no agresivos.
  • Radioterapia: Utiliza rayos X de alta energía para destruir las células cancerosas y puede ser una opción para pacientes que no pueden someterse a cirugía o para tumores localizados en áreas difíciles de tratar quirúrgicamente.
  • Terapia fotodinámica: Involucra la aplicación de un agente fotosensibilizador en la piel seguido de la exposición a una luz específica que activa el agente para destruir las células cancerosas. Es útil para lesiones superficiales y múltiples.
  • Terapia tópica: Cremas o geles que contienen agentes antineoplásicos como imiquimod o 5-fluorouracilo pueden ser utilizados para tratar basaliomas superficiales o de bajo riesgo.
  • Terapia dirigida: En casos avanzados o metastásicos, se pueden usar inhibidores de la vía de señalización Hedgehog, como el vismodegib o el sonidegib, que bloquean las señales que promueven el crecimiento del cáncer.

La prevención del basalioma implica principalmente la protección contra la exposición a los rayos UV. Esto incluye el uso de protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) de al menos 30, el uso de ropa protectora, sombreros de ala ancha y gafas de sol, así como la evitación de las camas de bronceado. Además, es importante realizar autoexámenes regulares de la piel y acudir a exámenes dermatológicos periódicos, especialmente si se tiene un alto riesgo de cáncer de piel.

A pesar de la baja tasa de metastasis del basalioma, es esencial el seguimiento a largo plazo después del tratamiento para detectar recidivas. Las personas que han tenido un basalioma tienen un mayor riesgo de desarrollar otros cánceres de piel, incluido el melanoma, por lo que deben mantener medidas preventivas y controles dermatológicos regulares.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

¿Quiere estar al día sobre temas de salud?

Reciba el boletín de la Clínica para estar al día de novedades y avances médicos

La información proporcionada en este Diccionario Médico de la Clínica Universidad de Navarra tiene como objetivo principal ofrecer un contexto y entendimiento general sobre términos médicos y no debe ser utilizada como fuente única para tomar decisiones relacionadas con la salud. Esta información es meramente informativa y no sustituye en ningún caso el consejo, diagnóstico, tratamiento o recomendaciones de profesionales de la salud. Siempre es esencial consultar a un médico o especialista para tratar cualquier condición o síntoma médico. La Clínica Universidad de Navarra no se responsabiliza por el uso inapropiado o la interpretación de la información contenida en este diccionario.