DICCIONARIO MÉDICO

Bifosfonato

¿Qué es un bifosfonato?

Los bifosfonatos son una clase de medicamentos que juegan un papel crucial en la prevención y tratamiento de enfermedades óseas caracterizadas por una pérdida de densidad ósea, como la osteoporosis, la enfermedad de Paget, y en el manejo de metástasis óseas y mieloma múltiple. Estos compuestos han transformado significativamente el manejo de estas condiciones, proporcionando un enfoque efectivo para mantener la salud ósea y reducir el riesgo de fracturas.

Los bifosfonatos funcionan inhibiendo la resorción ósea, un proceso mediado por células conocidas como osteoclastos, que descomponen el tejido óseo. En condiciones normales, la resorción ósea es balanceada por la formación de nuevo hueso, mediada por los osteoblastos. Sin embargo, en enfermedades como la osteoporosis, la resorción ósea supera a la formación ósea, resultando en una disminución de la densidad ósea y un aumento en el riesgo de fracturas. Los bifosfonatos actúan uniéndose a la hidroxiapatita en el hueso, inhibiendo la actividad de los osteoclastos y, por ende, reduciendo la resorción ósea.

La estructura química de los bifosfonatos se asemeja a la del pirofosfato, un regulador endógeno de la mineralización ósea. Esta similitud permite que los bifosfonatos se unan fuertemente a los cristales de hidroxiapatita en el hueso. Los bifosfonatos pueden clasificarse en dos grupos principales: los que contienen nitrógeno (aminobifosfonatos) y los que no lo contienen. Los aminobifosfonatos, como el alendronato, el risedronato y el zoledronato, son generalmente más potentes debido a su capacidad para inhibir una enzima crucial en la vía del mevalonato, que es esencial para la función y supervivencia de los osteoclastos.

El uso clínico de los bifosfonatos ha sido respaldado por una sólida base de evidencia científica que demuestra su eficacia en la reducción de fracturas vertebrales y no vertebrales en pacientes con osteoporosis. Los estudios han mostrado que los bifosfonatos pueden aumentar la densidad mineral ósea (DMO) y reducir significativamente el riesgo de fracturas, mejorando así la calidad de vida de los pacientes. Además, en el tratamiento de la enfermedad de Paget, los bifosfonatos son efectivos en la reducción de los marcadores de recambio óseo y en la mejora de los síntomas clínicos.

En el contexto del cáncer, los bifosfonatos se utilizan para tratar la hipercalcemia maligna y para prevenir complicaciones esqueléticas en pacientes con metástasis óseas. La hipercalcemia maligna es una condición potencialmente mortal caracterizada por niveles elevados de calcio en sangre, frecuentemente asociada con cánceres avanzados. Los bifosfonatos, particularmente el ácido zoledrónico, son efectivos en la reducción rápida y sostenida de los niveles de calcio en sangre. Además, en pacientes con metástasis óseas, los bifosfonatos pueden ayudar a prevenir fracturas patológicas, reducir el dolor óseo y disminuir la necesidad de radioterapia y cirugía ósea.

La administración de bifosfonatos puede ser oral o intravenosa, dependiendo del medicamento específico y de la condición a tratar. Los bifosfonatos orales, como el alendronato y el risedronato, suelen tomarse semanal o mensualmente, mientras que los bifosfonatos intravenosos, como el ácido zoledrónico, se administran típicamente una vez al año o cada tres meses. La elección del régimen de dosificación se basa en factores como la severidad de la enfermedad, la tolerancia del paciente y la conveniencia.

A pesar de su eficacia, el uso de bifosfonatos no está exento de efectos secundarios. Los efectos adversos gastrointestinales, como la esofagitis y las úlceras gástricas, son comunes con los bifosfonatos orales y pueden minimizarse siguiendo las instrucciones de administración adecuadas, que incluyen tomar el medicamento con un vaso lleno de agua y permanecer en posición vertical durante al menos 30 minutos después de la ingesta. Los bifosfonatos intravenosos pueden estar asociados con síntomas pseudogripales después de la infusión, como fiebre, mialgias y artralgias, especialmente con la primera dosis.

Un efecto adverso raro pero serio asociado con los bifosfonatos es la osteonecrosis de la mandíbula (ONM), una condición caracterizada por la muerte del tejido óseo en la mandíbula. La ONM se ha observado principalmente en pacientes con cáncer que reciben altas dosis de bifosfonatos intravenosos, aunque también se ha reportado en pacientes con osteoporosis que toman dosis más bajas. La prevención de la ONM incluye la evaluación dental antes de iniciar el tratamiento con bifosfonatos y la evitación de procedimientos dentales invasivos durante el tratamiento.

Otro efecto adverso potencial de los bifosfonatos es la fractura femoral atípica, una fractura inusual del fémur que puede ocurrir con el uso prolongado de bifosfonatos. Estas fracturas son raras pero pueden ser debilitantes. Los pacientes que toman bifosfonatos deben ser monitoreados regularmente y se les debe instruir sobre la importancia de informar cualquier dolor inusual en el muslo o la ingle, que puede ser un signo temprano de una fractura femoral atípica.

La duración óptima del tratamiento con bifosfonatos es un tema de debate continuo. Algunos estudios sugieren que el riesgo de efectos adversos puede aumentar con el uso prolongado de bifosfonatos, mientras que los beneficios en términos de reducción de fracturas pueden disminuir con el tiempo. Como resultado, algunos expertos recomiendan una "vacación de bifosfonatos" después de cinco a diez años de tratamiento continuo, durante la cual se suspende el medicamento para evaluar si el paciente puede mantener la densidad ósea sin tratamiento. La decisión de tomar una vacación de bifosfonatos debe basarse en una evaluación individualizada del riesgo de fractura del paciente y debe ser discutida con el médico tratante.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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