DICCIONARIO MÉDICO

Bilis

Qué es la bilis

La bilis es un líquido biológico esencial en el proceso digestivo, producido por el hígado y almacenado en la vesícula biliar. Este fluido amarillo verdoso desempeña un papel crucial en la emulsificación de grasas, facilitando su digestión y absorción en el intestino delgado. La comprensión de la bilis es fundamental para el diagnóstico y tratamiento de múltiples afecciones médicas, incluyendo enfermedades hepáticas, biliares y gastrointestinales.

La bilis es una mezcla compleja de agua, sales biliares, colesterol, lecitina, bilirrubina y otras sustancias. Su producción ocurre en los hepatocitos del hígado y, tras ser secretada, se almacena en la vesícula biliar hasta ser liberada en el intestino delgado durante la digestión.

Componentes principales de la bilis

Los componentes principales de la bilis incluyen:

  • Agua: Constituye aproximadamente el 95 % de su composición.
  • Sales biliares: Derivadas del colesterol, son esenciales para la emulsificación de grasas.
  • Bilirrubina: Producto de la degradación de la hemoglobina, que da a la bilis su color característico.
  • Colesterol: Un componente lipídico cuya excreción ayuda a regular sus niveles en el organismo.
  • Fosfolípidos: Como la lecitina, que contribuyen a la digestión de grasas.

Producción de bilis: ¿dónde se produce?

La bilis es producida en los hepatocitos del hígado a una tasa aproximada de 600 a 1000 ml por día. Tras su síntesis, es transportada a través de los conductos biliares hacia la vesícula biliar, donde se almacena y concentra hasta que es requerida para la digestión.

Función de la vesícula biliar

La vesícula biliar actúa como un reservorio de bilis, liberándola en respuesta a la hormona colecistocinina, secretada durante la ingesta de alimentos grasos. Este proceso asegura una emulsificación eficiente de las grasas para su absorción en el intestino delgado.

Bilis: ¿para qué sirve?

La bilis desempeña varias funciones esenciales en el cuerpo humano, entre las que destacan:

  • Emulsificación de grasas: Las sales biliares descomponen las grasas en micelas, facilitando su absorción.
  • Eliminación de desechos: La bilis excreta productos tóxicos como la bilirrubina y el exceso de colesterol.
  • Neutralización de ácidos gástricos: Ayuda a mantener un pH adecuado en el intestino delgado.

Enfermedades de la bilis

Diversas enfermedades pueden afectar la producción, flujo o composición de la bilis. Estas incluyen:

Colelitiasis (cálculos biliares)

Se forman por un desequilibrio en la composición de la bilis, como el exceso de colesterol, y pueden obstruir el flujo biliar, causando dolor y complicaciones.

Colangitis

Es una inflamación de los conductos biliares, generalmente causada por una infección bacteriana secundaria a la obstrucción biliar.

Ictericia

El aumento de bilirrubina en sangre, derivado de problemas en el flujo biliar o enfermedades hepáticas, provoca la coloración amarilla de piel y mucosas.

Vómitos de bilis

El vómito de bilis, caracterizado por una coloración amarilla o verdosa, puede ocurrir cuando el contenido gástrico es evacuado completamente y el cuerpo expulsa líquido biliar. Las causas incluyen:

  • Obstrucción intestinal: Impide el tránsito adecuado de alimentos y provoca regurgitación biliar.
  • Reflujo biliar: Ocurre cuando la bilis fluye hacia el estómago y el esófago.

Producción de bilis amarilla: aspectos clave

La bilis amarilla es el resultado de la presencia de bilirrubina. Su color y composición pueden cambiar en respuesta a trastornos metabólicos o enfermedades hepáticas, como la hepatitis o la cirrosis.

Importancia de la bilis en la digestión

Sin la bilis, el organismo no podría digerir ni absorber adecuadamente las grasas, lo que resultaría en deficiencias nutricionales y problemas metabólicos. Su papel es crucial en la homeostasis digestiva y metabólica.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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