DICCIONARIO MÉDICO
Biónica
La biónica es una disciplina interdisciplinaria que combina principios de biología y tecnología para desarrollar soluciones innovadoras que mejoren la salud y el bienestar humano. En el ámbito de la medicina, la biónica se centra en el diseño y la implementación de dispositivos y sistemas que imitan, reemplazan o mejoran las funciones biológicas naturales. Esta área de estudio ha llevado al desarrollo de prótesis avanzadas, implantes biomédicos, y tecnologías de asistencia que transforman la vida de las personas con discapacidades y enfermedades crónicas. Uno de los campos más destacados de la biónica en la medicina es el desarrollo de prótesis biónicas. Las prótesis tradicionales, aunque útiles, tienen limitaciones en términos de funcionalidad y naturalidad del movimiento. Las prótesis biónicas, por otro lado, utilizan tecnología avanzada para ofrecer una mayor movilidad y control. Estas prótesis están equipadas con sensores y actuadores que responden a las señales nerviosas del usuario, permitiendo un movimiento más natural y preciso. Por ejemplo, una mano biónica puede detectar señales electromiográficas (EMG) de los músculos del muñón del usuario y convertirlas en movimientos de la mano protésica, facilitando tareas cotidianas como agarrar objetos, escribir o vestirse. Los implantes cocleares son otro ejemplo destacado de la aplicación de la biónica en la medicina. Estos dispositivos electrónicos implantables proporcionan una sensación de sonido a las personas con sordera profunda o severa. Un implante coclear consta de un micrófono externo que recoge los sonidos, un procesador de habla que convierte los sonidos en señales eléctricas, y un conjunto de electrodos implantados en la cóclea que estimulan directamente el nervio auditivo. A través de esta tecnología, las personas sordas pueden recuperar la capacidad de escuchar y comunicarse, mejorando significativamente su calidad de vida. En el campo de la visión, los implantes de retina biónica han abierto nuevas posibilidades para las personas con degeneración macular y retinitis pigmentosa, enfermedades que conducen a la ceguera progresiva. Estos implantes consisten en un chip electrónico que se coloca en la retina y una cámara montada en unas gafas que captura imágenes y las convierte en señales eléctricas. Las señales son transmitidas al chip, que estimula las células ganglionares de la retina, enviando información visual al cerebro. Aunque la visión restaurada no es completamente normal, los pacientes pueden recuperar la capacidad de detectar luz, formas y movimientos, lo que les ayuda a mejorar su independencia. La biónica también ha avanzado en el desarrollo de corazones artificiales y dispositivos de asistencia ventricular (VAD, por sus siglas en inglés). Estos dispositivos están diseñados para asistir o reemplazar la función del corazón en pacientes con insuficiencia cardíaca grave. Los VAD pueden ser implantados para ayudar a uno o ambos ventrículos del corazón a bombear sangre, proporcionando una solución temporal mientras el paciente espera un trasplante de corazón o como una terapia a largo plazo en aquellos que no son candidatos a trasplante. Los corazones artificiales completos, aunque menos comunes, también están disponibles para sustituir completamente al corazón humano en pacientes seleccionados. En el ámbito de la neurología, los implantes cerebrales biónicos están revolucionando el tratamiento de diversas condiciones neurológicas. Los dispositivos de estimulación cerebral profunda (DBS, por sus siglas en inglés) son un ejemplo prominente. Estos dispositivos consisten en electrodos implantados en áreas específicas del cerebro y un generador de impulsos implantado bajo la piel en el pecho. Los DBS envían impulsos eléctricos al cerebro para modular la actividad neuronal y aliviar los síntomas de enfermedades como el Parkinson, el temblor esencial, y la distonía. La estimulación cerebral profunda también se está investigando para el tratamiento de la depresión resistente al tratamiento, el trastorno obsesivo-compulsivo y la epilepsia. La integración de la tecnología biónica con la biología humana no se limita a los dispositivos implantables. Las exoesqueletos biónicos son dispositivos portátiles que se utilizan para ayudar a las personas con parálisis o debilidad muscular a caminar y realizar actividades físicas. Estos dispositivos están equipados con motores y sensores que proporcionan soporte y asistencia en el movimiento, mejorando la movilidad y la calidad de vida de los usuarios. Los exoesqueletos son utilizados tanto en la rehabilitación para ayudar a los pacientes a recuperar la función motora como en la vida diaria para proporcionar independencia a las personas con discapacidades. En el campo de la rehabilitación, la biónica también ha desarrollado tecnologías avanzadas para la recuperación de funciones motoras después de un accidente cerebrovascular o lesión medular. La terapia asistida por robots y la realidad virtual son ejemplos de cómo la biónica está transformando la rehabilitación. Los dispositivos robóticos pueden proporcionar ejercicios repetitivos y precisos que ayudan a los pacientes a recuperar la fuerza y la coordinación, mientras que la realidad virtual ofrece un entorno inmersivo para la práctica de habilidades motoras y la mejora del equilibrio. La investigación en biónica también está explorando el potencial de la bioimpresión 3D para la creación de tejidos y órganos artificiales. La bioimpresión utiliza impresoras 3D para depositar capas de células y materiales biocompatibles con el objetivo de construir estructuras tridimensionales que imitan la arquitectura de los tejidos naturales. Esta tecnología tiene el potencial de revolucionar el trasplante de órganos, proporcionando una fuente ilimitada de órganos personalizados y eliminando la necesidad de donantes humanos. Aunque aún se encuentra en etapas experimentales, la bioimpresión 3D ha mostrado resultados prometedores en la creación de piel, cartílago, y tejido hepático funcional. La biónica también está abriendo nuevas fronteras en el tratamiento del dolor crónico y las condiciones inflamatorias. Los dispositivos de neuromodulación, como los estimuladores de la médula espinal, utilizan impulsos eléctricos para bloquear las señales de dolor antes de que lleguen al cerebro. Estos dispositivos pueden proporcionar un alivio significativo del dolor en condiciones como la ciática, la neuropatía diabética y la artritis. La biónica también está investigando el uso de la estimulación vagal para el tratamiento de la artritis reumatoide, modulando la respuesta inflamatoria del cuerpo. En el ámbito de la medicina regenerativa, la biónica está contribuyendo al desarrollo de tecnologías que promueven la regeneración y reparación de tejidos dañados. Los andamios biónicos y los biomateriales están diseñados para proporcionar un soporte estructural y bioquímico que favorece el crecimiento celular y la formación de nuevos tejidos. Estos avances son particularmente relevantes en el tratamiento de lesiones óseas, quemaduras y heridas crónicas, donde la regeneración tisular es esencial para la recuperación completa. Además, la biónica está desempeñando un papel crucial en la mejora de la monitorización y el diagnóstico de enfermedades. Los sensores biónicos implantables pueden medir parámetros fisiológicos en tiempo real, proporcionando información continua sobre la salud del paciente. Estos sensores pueden detectar cambios en la glucosa, el oxígeno, y otros biomarcadores, permitiendo un monitoreo más preciso y personalizado. La integración de estos sensores con dispositivos portátiles y aplicaciones móviles está revolucionando el manejo de enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es la biónica?
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