Odontoides móvil de Bevan

¿Qué es la odontoides móvil de Bevan?

La odontoides móvil de Bevan describe una condición específica caracterizada por la falta de unión (no unión) entre la apófisis odontoides y el cuerpo del axis debido a un defecto en la osificación de la odontoides. Esta situación resulta en una movilidad anormal de la apófisis odontoides, lo cual puede comprometer significativamente la estabilidad de la articulación atlantoaxial, esencial para el movimiento normal y la funcionalidad de la columna cervical.

El proceso odontoides, también conocido como el diente del axis, es una proyección ósea que se extiende hacia arriba desde la segunda vértebra cervical (C2 o axis) y se articula con la primera vértebra cervical (C1 o atlas), permitiendo así una amplia gama de movimientos de rotación de la cabeza. La correcta osificación de la odontoides durante el desarrollo fetal es crucial para formar una estructura rígida y estable que soporte los movimientos de la cabeza y proteja el cordón espinal.

La no unión odontoides móvil de Bevan implica que el proceso odontoides no se fusiona adecuadamente con el cuerpo del axis durante el desarrollo, dejando un segmento móvil que puede provocar inestabilidad cervical. Esta condición puede ser congénita, relacionada con trastornos genéticos o del desarrollo, o adquirida, como resultado de trauma o enfermedad. La movilidad excesiva de la odontoides puede aumentar el riesgo de compresión neural, daño al cordón espinal, y otras complicaciones neurológicas graves.

El diagnóstico de la odontoides móvil de Bevan generalmente se realiza mediante estudios de imagen, como radiografías, tomografías computarizadas (TC) y resonancias magnéticas (RM), que permiten visualizar la anatomía de la columna cervical y evaluar la extensión de la movilidad y la no unión de la odontoides. Estas pruebas son esenciales para determinar la gravedad de la inestabilidad y planificar el tratamiento adecuado.

El manejo de esta condición depende de la severidad de los síntomas y el grado de inestabilidad. En algunos casos, puede ser suficiente la observación y el uso de dispositivos de inmovilización cervical, como collares ortopédicos, para limitar el movimiento y prevenir el daño neurológico. Sin embargo, en casos de inestabilidad significativa o síntomas neurológicos, puede ser necesaria la intervención quirúrgica para estabilizar la articulación atlantoaxial y prevenir complicaciones futuras.

La cirugía puede implicar técnicas de fusión vertebral, donde se utilizan injertos óseos y dispositivos de fijación para unir de manera permanente la odontoides al cuerpo del axis y/o a las estructuras vertebrales adyacentes, eliminando así la movilidad anormal y restaurando la estabilidad de la columna cervical.

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