DICCIONARIO MÉDICO
Oftalmoplejía externa
¿Qué es la oftalmoplejía externa? La oftalmoplejía externa es un trastorno neurológico que afecta los músculos extraoculares, responsables del movimiento del globo ocular, y se caracteriza por la debilidad o parálisis de estos músculos. Este trastorno puede afectar uno o más de los tres nervios craneales (III, IV, VI) que inervan los seis músculos externos del ojo. La afectación de estos nervios puede resultar en una movilidad ocular restringida, lo que lleva a síntomas como la diplopía (visión doble), estrabismo (desalineación de los ojos), y dificultades en el seguimiento visual. La oftalmoplejía externa puede ser causada por una variedad de condiciones, incluyendo procesos infecciosos, inflamatorios, vasculares, traumáticos, neoplásicos, o degenerativos que afectan el trayecto o el núcleo de los nervios craneales mencionados. El diagnóstico de la oftalmoplejía externa implica una evaluación clínica detallada y puede requerir el uso de pruebas diagnósticas adicionales, como la resonancia magnética (RM) o la tomografía computarizada (TC) para visualizar el recorrido de los nervios craneales y detectar posibles causas subyacentes. La electromiografía (EMG) y los estudios de conducción nerviosa pueden utilizarse para evaluar la función de los músculos extraoculares y de los nervios que los inervan. El tratamiento de la oftalmoplejía externa depende de la causa subyacente y puede variar desde el manejo conservador, como el uso de parches oculares para aliviar la diplopía, hasta tratamientos médicos específicos para abordar la causa de la inflamación, la infección, o la compresión nerviosa. En algunos casos, puede ser necesario el tratamiento quirúrgico para corregir la desalineación ocular o para descomprimir los nervios afectados. La oftalmoplejía externa puede presentarse en diversas formas, dependiendo de los nervios craneales afectados: El manejo de la oftalmoplejía externa también incluye estrategias de rehabilitación visual y adaptaciones para mejorar la calidad de vida del paciente. Los ejercicios de terapia visual pueden ser beneficiosos para algunos pacientes, ayudando a mejorar el control muscular y la coordinación ocular. Además, el asesoramiento y el apoyo psicológico pueden ser componentes importantes del tratamiento, dado que la adaptación a los síntomas visuales puede ser desafiante para los pacientes. © Clínica Universidad de Navarra 2023
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