DICCIONARIO MÉDICO
Osteomielitis
La osteomielitis es una infección seria y profunda del hueso que compromete la salud ósea y puede tener consecuencias significativas si no se trata adecuadamente. Esta afección puede afectar a cualquier hueso del cuerpo, pero tiene predilección por las extremidades largas en niños y las vértebras, cadera, y los huesos de los pies en adultos. La enfermedad puede clasificarse según su duración en aguda, si los síntomas han estado presentes por menos de seis semanas, o crónica, cuando la infección persiste por un periodo más prolongado. Causada predominantemente por bacterias, siendo el Staphylococcus aureus el agente patógeno más común, la osteomielitis puede desarrollarse por varias vías. La infección puede originarse por la diseminación hematógena, donde los microorganismos acceden al torrente sanguíneo y se implantan en el sitio óseo, lo cual es más frecuente en niños. También puede ocurrir por la extensión directa de una infección de tejidos blandos adyacentes o por inoculación directa del hueso durante una cirugía, un traumatismo abierto o una fractura. El cuadro clínico de la osteomielitis varía según la localización y la edad del paciente, pero generalmente incluye dolor, hinchazón y enrojecimiento en el área afectada, fiebre y, en ocasiones, drenaje de pus desde un sitio de infección adyacente. En la osteomielitis vertebral, los síntomas pueden ser más insidiosos, incluyendo dolor de espalda crónico y signos neurológicos si hay compresión de estructuras nerviosas. El diagnóstico de la osteomielitis se basa en una combinación de historia clínica detallada, examen físico, análisis de laboratorio que muestran signos de infección como elevación de la proteína C reactiva (PCR) y la velocidad de sedimentación globular (VSG), y estudios de imagen. Las radiografías pueden ser útiles, pero los cambios óseos característicos suelen aparecer tardíamente. La resonancia magnética (RM) es la modalidad de imagen de elección debido a su alta sensibilidad y especificidad para detectar infección ósea en las etapas iniciales. Además, la tomografía computarizada (TC) puede ser valiosa en la evaluación de la extensión ósea de la infección y para planificar procedimientos quirúrgicos. El tratamiento de la osteomielitis requiere un enfoque combinado de manejo médico y, en muchos casos, quirúrgico. La terapia antimicrobiana, guiada por los resultados de cultivos y antibiogramas, se administra generalmente por vía intravenosa en la fase inicial, seguida de una prolongada terapia oral. La duración del tratamiento varía según la localización de la infección, el patógeno causante, la presencia de material protésico y la respuesta al tratamiento, pero típicamente se extiende de 4 a 6 semanas para casos agudos y puede requerir varios meses para infecciones crónicas. La cirugía puede ser necesaria para drenar abscesos, remover tejido necrótico o material infectado, y restaurar la circulación al hueso afectado. La prevención de la osteomielitis es crítica y se enfoca en el manejo adecuado de las heridas, el tratamiento temprano de las infecciones de la piel y los tejidos blandos, y en el cuidado meticuloso de las intervenciones quirúrgicas para minimizar el riesgo de infección. La atención cuidadosa a los factores de riesgo, como la diabetes mellitus, el tabaquismo, y las condiciones que comprometen el sistema inmunológico, es esencial para reducir la incidencia de esta enfermedad. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es la osteomielitis?
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