DICCIONARIO MÉDICO
Parálisis espástica
¿Qué es la parálisis espástica? La parálisis espástica es un trastorno neuromuscular caracterizado por un aumento anormal del tono muscular (espasticidad), que resulta en rigidez y contracciones musculares. Este trastorno puede afectar a una parte del cuerpo (paraplejía espástica) o a todo el cuerpo (tetraplejía espástica), y es comúnmente asociado con lesiones cerebrales o de la médula espinal, así como con enfermedades neurodegenerativas. La espasticidad es el resultado de un daño o mal funcionamiento en las vías que controlan el movimiento voluntario en el sistema nervioso central. Este daño interrumpe las señales normales entre el cerebro y los músculos, llevando a una actividad muscular incontrolada y a menudo dolorosa. La parálisis espástica puede presentarse en diversas condiciones, siendo la más conocida la parálisis cerebral espástica, pero también puede ser un síntoma de esclerosis múltiple, lesiones traumáticas del cerebro o la médula espinal, y enfermedades hereditarias como la paraplejía espástica familiar. Los síntomas de la parálisis espástica varían según la severidad y la ubicación del daño en el sistema nervioso central. Los signos comunes incluyen rigidez muscular, movimientos bruscos y espasmódicos, debilidad en los músculos afectados, reflejos exagerados, dificultad en el movimiento y el mantenimiento del equilibrio, y en casos severos, contracturas articulares. Estos síntomas pueden limitar significativamente la movilidad y la capacidad para realizar actividades diarias. El diagnóstico de la parálisis espástica se basa en la historia clínica del paciente, un examen neurológico y pruebas como resonancias magnéticas (RM), tomografías computarizadas (TC) y estudios de conducción nerviosa y electromiografía (EMG). Estas pruebas ayudan a identificar la ubicación y la extensión del daño en el sistema nervioso central. El tratamiento de la parálisis espástica se enfoca en aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente. Esto puede incluir el uso de medicamentos para reducir la espasticidad y el dolor, fisioterapia para mantener la movilidad y prevenir contracturas, y en algunos casos, cirugía para corregir deformidades y mejorar la función. Los programas de rehabilitación pueden incluir ejercicios de estiramiento, fortalecimiento muscular, y entrenamiento en habilidades motoras. La parálisis espástica es un trastorno crónico que requiere un manejo a largo plazo. El apoyo y la educación para los pacientes y sus familias son cruciales. La intervención temprana y un enfoque multidisciplinario pueden mejorar significativamente la función y la independencia de los pacientes. © Clínica Universidad de Navarra 2023
¿Quiere estar al día sobre temas de salud?
Reciba el boletín de la Clínica para estar al día de novedades y avances médicos