DICCIONARIO MÉDICO
Paraoóforo
El paraoóforo es una estructura anatómica femenina pequeña, situada en la región pélvica, cuya importancia radica en su papel en la fisiología reproductiva y en su implicación en ciertos cuadros clínicos. Este órgano vestigial se encuentra adyacente a los ovarios, siendo parte del sistema reproductor femenino, aunque su función no es primordial en la reproducción actual. Históricamente, el paraoóforo se originó como una estructura más prominente en los ancestros de los mamíferos actuales. Se compone de vestigios del sistema de conductos mesonéfricos, también conocidos como conductos de Wolff, que en los seres humanos se desarrollan más completamente en el género masculino. En las mujeres, estos conductos tienden a atrofiarse, dejando tras de sí estructuras residuales como el paraoóforo. En cuanto a su anatomía, el paraoóforo está formado por pequeños conductos o tubos, conocidos como conductillos de Epoophoron, que se encuentran en el mesosalpinx, una parte del ligamento ancho del útero. A menudo, estos conductillos son microscópicos y no se detectan a simple vista durante una exploración quirúrgica o ginecológica rutinaria. Aunque en la mayoría de los casos el paraoóforo no tiene una función evidente en la fisiología normal del sistema reproductor femenino, su existencia no es meramente anecdótica. En algunas ocasiones, estas estructuras pueden dar origen a ciertas patologías. Por ejemplo, pueden formar quistes paraoofóricos, que son lesiones benignas pero que en casos raros pueden alcanzar tamaños significativos, causando molestias o complicaciones. Los quistes paraoofóricos suelen ser asintomáticos y se descubren incidentalmente durante exámenes pélvicos o ecografías realizadas por otros motivos. Sin embargo, si alcanzan un tamaño considerable, pueden causar dolor pélvico, sensación de presión o incluso complicaciones más serias como torsión ovárica, aunque esto último es extremadamente raro. El tratamiento de los quistes paraoofóricos depende de su tamaño y los síntomas que causen. En muchos casos, no se requiere intervención y solo se realiza un seguimiento periódico para monitorizar su evolución. En situaciones donde los quistes son grandes o causan síntomas, pueden considerarse opciones terapéuticas como la extirpación quirúrgica. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es paraoóforo?
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