DICCIONARIO MÉDICO
Paresia
¿Qué es la paresia? La paresia, en el campo de la Medicina, se refiere a una debilidad parcial o ligera en uno o más músculos. Este término se diferencia de la parálisis, que es una pérdida total de la función muscular. La paresia puede afectar cualquier parte del cuerpo y es un síntoma común de una variedad de condiciones neurológicas y musculares. Una de las causas más comunes de paresia es el accidente cerebrovascular (ACV), que ocurre cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se interrumpe, resultando en daño cerebral. La paresia resultante a menudo afecta un lado del cuerpo (hemiparesia) y puede estar acompañada de otros síntomas neurológicos, como dificultad para hablar o entender el lenguaje. La esclerosis múltiple (EM), una enfermedad del sistema nervioso central que afecta el cerebro y la médula espinal, también puede causar paresia. En la EM, el sistema inmunológico ataca la mielina, la cubierta protectora de los nervios, lo que lleva a la interrupción de las señales nerviosas y a síntomas como la paresia. La paresia también puede ser causada por lesiones en la médula espinal, que pueden interrumpir la comunicación entre el cerebro y las partes del cuerpo afectadas. Las lesiones pueden ser el resultado de traumas, como accidentes de tráfico o caídas, o de enfermedades como tumores espinales o infecciones. En el caso de la paresia de Bell, una forma de parálisis facial, el nervio facial se inflama, generalmente debido a una infección viral, lo que lleva a debilidad o parálisis en un lado de la cara. Aunque la causa exacta es desconocida, se cree que los virus como el herpes simple pueden estar involucrados. La paresia también puede ocurrir en enfermedades musculares como la distrofia muscular, que es un grupo de enfermedades hereditarias que debilitan los músculos que controlamos voluntariamente. A medida que la distrofia muscular progresa, puede causar una creciente debilidad muscular y pérdida de masa muscular. El diagnóstico de la paresia implica identificar la causa subyacente. Esto puede requerir una serie de pruebas, incluyendo análisis de sangre, estudios de imagen como resonancias magnéticas o tomografías computarizadas, y estudios de conducción nerviosa y electromiografía para evaluar la función muscular y nerviosa. El tratamiento de la paresia depende de su causa. En el caso de un ACV, puede incluir medicamentos para disolver coágulos o prevenir su formación y terapia de rehabilitación para mejorar la función y la fuerza muscular. En enfermedades como la esclerosis múltiple, el tratamiento puede implicar medicamentos para modificar el curso de la enfermedad y manejar los síntomas. La rehabilitación juega un papel crucial en el manejo de la paresia, independientemente de su causa. La fisioterapia puede ayudar a fortalecer los músculos debilitados y mejorar la movilidad y la función. La terapia ocupacional puede ayudar a las personas a adaptarse a las limitaciones en su vida diaria y a mantener la independencia. © Clínica Universidad de Navarra 2023
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