DICCIONARIO MÉDICO
Quiste óseo aneurismático
El quiste óseo aneurismático, también conocido por sus siglas QOA, es una lesión ósea benigna pero localmente agresiva que se presenta con más frecuencia en individuos jóvenes y afecta principalmente a los huesos largos del cuerpo. Su nombre "aneurismático" se deriva de su apariencia radiográfica, que puede parecerse a un aneurisma o una dilatación en un vaso sanguíneo, pero, en realidad, no tiene relación con los aneurismas verdaderos. Esta lesión ósea puede ser primaria, es decir, que se origina en el hueso, o secundaria, desarrollándose como resultado de otra enfermedad ósea. Los QOAs suelen ser tumores llenos de sangre, compuestos por varias cavidades llenas de sangre que están separadas por tabiques de tejido óseo o fibroso. La acumulación de sangre dentro del quiste puede llevar a un aumento de la presión dentro del hueso, causando dolor y potencialmente debilitando el hueso afectado. Los quistes óseos aneurismáticos pueden ocurrir en cualquier parte del esqueleto, aunque se ven con mayor frecuencia en las metáfisis de los huesos largos, incluyendo el fémur, el húmero y la tibia. También pueden afectar a la columna vertebral, y en raras ocasiones, a los huesos del cráneo. Los pacientes que tienen un QOA a menudo presentan dolor en la zona del quiste, hinchazón e incluso deformidad del hueso afectado. En algunos casos, un quiste óseo aneurismático puede causar una fractura patológica, que es una fractura que ocurre en un hueso debilitado por una enfermedad. El diagnóstico del quiste óseo aneurismático se realiza a través de estudios de imagen como radiografías, resonancia magnética (RM) y tomografía computarizada (TC). Las características típicas en las imágenes incluyen una lesión expansiva con aspecto de "nido de abeja", debido a las múltiples cavidades separadas por tabiques. Además, la biopsia del hueso puede ser útil para confirmar el diagnóstico. El tratamiento del QOA puede variar dependiendo del tamaño y la localización del quiste, así como del estado general de salud del paciente. Las opciones de tratamiento pueden incluir la observación en casos asintomáticos, la embolización arterial para reducir el suministro de sangre al quiste, el curetaje o el raspado del quiste seguido de injerto óseo para rellenar el defecto, o en casos extremos, la extirpación completa del quiste y la reconstrucción del hueso. A pesar de ser benigno, el quiste óseo aneurismático puede presentar un curso clínico agresivo, con una tasa de recurrencia después del tratamiento de hasta el 30-60%. Por tanto, es crucial un seguimiento a largo plazo de los pacientes. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es un quiste óseo aneurismático?
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