DICCIONARIO MÉDICO

Quiste óseo solitario

¿Qué es un quiste óseo solitario?

El quiste óseo solitario es una entidad clínica que ocupa un lugar relevante en el campo de la medicina ortopédica y de la radiología. Esta condición, aunque benigna, puede causar una serie de síntomas y problemas médicos que pueden afectar la calidad de vida del paciente.

El quiste óseo solitario, también conocido en la literatura médica como quiste óseo aneurismático o quiste óseo simple, es una lesión benigna que se encuentra más comúnmente en los huesos largos del cuerpo, incluyendo el fémur, el húmero y el peroné. Aunque es más común en niños y adolescentes, puede aparecer a cualquier edad, afectando tanto a hombres como a mujeres. Se estima que representa alrededor del 3% de todas las lesiones óseas primarias.

La etiología del quiste óseo solitario no se comprende completamente, y hay varias teorías que intentan explicar su aparición. Algunos expertos sugieren que podría ser el resultado de un trauma, mientras que otros creen que puede ser el resultado de un crecimiento óseo anormal. Además, se ha sugerido que las alteraciones en el flujo sanguíneo dentro del hueso pueden desempeñar un papel en la formación de estos quistes.

En cuanto a su presentación clínica, los quistes óseos solitarios a menudo no presentan síntomas y se descubren incidentalmente durante una radiografía realizada por otra razón. Sin embargo, cuando los síntomas están presentes, pueden incluir dolor en el área afectada, hinchazón y, en algunos casos, fractura patológica del hueso. La fractura patológica puede ser un evento particularmente serio, ya que puede resultar en una morbilidad significativa para el paciente y requerir intervención médica urgente.

El diagnóstico de un quiste óseo solitario generalmente se basa en una combinación de hallazgos clínicos, radiográficos y histológicos. La radiografía es la primera línea de investigación, y generalmente muestra una lesión ósea lítica, que es un área de destrucción ósea, con bordes bien definidos. El tamaño y la forma de la lesión pueden variar, pero a menudo es ovalada o redonda. En algunos casos, la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (RM) pueden ser útiles para evaluar mejor la lesión y para planificar el tratamiento.

La biopsia del hueso puede ser necesaria para confirmar el diagnóstico, especialmente si hay alguna duda o si los hallazgos radiográficos no son concluyentes. El análisis histológico del quiste óseo solitario típicamente muestra una cavidad llena de líquido sin revestimiento epitelial y rodeada de tejido óseo normal.

El tratamiento del quiste óseo solitario depende de varios factores, incluyendo la ubicación y el tamaño del quiste, la edad del paciente y la presencia de síntomas. En muchos casos, el tratamiento puede ser conservador, especialmente si el quiste es pequeño y asintomático. Esto puede implicar un seguimiento regular con radiografías para monitorear el quiste.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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