DICCIONARIO MÉDICO

Radiación

¿Qué es la radiación?

La radiación es una energía que viaja en forma de ondas o partículas. Aunque el término "radiación" a menudo se asocia con la radiación nuclear, en realidad, la radiación abarca una amplia variedad de fenómenos, desde la luz visible hasta las ondas de radio en nuestros sistemas de comunicación. Sin embargo, en el contexto médico, cuando se menciona "radiación", generalmente se refiere a la radiación ionizante, que es la energía producida por procesos atómicos naturales y artificiales.

La radiación ionizante tiene suficiente energía para desplazar electrones de los átomos, generando iones. Esta propiedad le confiere la capacidad de penetrar la materia, incluidos los tejidos humanos. Esta penetración puede ser beneficiosa o perjudicial, dependiendo de cómo se utilice y de la dosis administrada. La medicina ha adoptado el uso de la radiación ionizante en numerosas aplicaciones, tanto diagnósticas como terapéuticas.

Dentro de las modalidades diagnósticas que utilizan radiación, la radiografía y la tomografía computarizada (TC) son las más comunes. La radiografía usa una pequeña cantidad de radiación ionizante para producir imágenes del interior del cuerpo, generalmente para visualizar huesos, pero también puede usarse para examinar órganos y tejidos. La TC, por otro lado, emplea múltiples radiografías para generar imágenes transversales del cuerpo, ofreciendo una visión más detallada.

La radiación también desempeña un papel vital en el tratamiento del cáncer. La radioterapia utiliza radiación de alta energía para dañar o destruir células cancerosas, impidiendo su crecimiento y multiplicación. El objetivo es entregar una dosis suficientemente alta para tratar el cáncer, pero lo más baja posible para minimizar el daño a las células normales circundantes. Esta precisión es crucial, y el proceso de planificación del tratamiento es meticuloso.

Existen varias fuentes de radiación ionizante. Las más comunes en medicina son los rayos X y la radiación gamma. Los rayos X son producidos por máquinas, mientras que la radiación gamma es emitida por isótopos radiactivos. Ambas formas de radiación pueden ser cuidadosamente controladas y utilizadas de manera segura en el entorno médico.

Aunque la radiación tiene muchas aplicaciones beneficiosas en medicina, es esencial comprender que la exposición innecesaria puede ser perjudicial. La radiación ionizante puede causar daño celular, que a su vez puede resultar en cambios genéticos. Estos cambios tienen el potencial de convertirse en cancerígenos si no son reparados adecuadamente por el cuerpo. Es por eso que la medicina trabaja bajo el principio de "tan bajo como sea razonablemente posible" (ALARA, por sus siglas en inglés) cuando se trata de la exposición a la radiación.

Además, es crucial recordar que la sensibilidad a la radiación puede variar entre individuos y tejidos. Por ejemplo, los tejidos en rápida división, como los de los fetos, son particularmente sensibles a la radiación. Por eso, las embarazadas suelen ser excluidas de los procedimientos que involucran radiación, a menos que sea absolutamente necesario.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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