DICCIONARIO MÉDICO
Radionecrosis
¿Qué es la radionecrosis? La radionecrosis es una complicación grave asociada con la radioterapia, un tratamiento común para diversas formas de cáncer. Se refiere a la muerte del tejido causada por la exposición a la radiación ionizante. Aunque la radioterapia es una herramienta poderosa y efectiva en el tratamiento oncológico, puede tener efectos secundarios significativos, entre los cuales la radionecrosis es uno de los más serios y a largo plazo. La radionecrosis puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo que haya recibido radioterapia. Sin embargo, es más comúnmente observada en áreas donde los tejidos son altamente sensibles a la radiación, como el cerebro, la cabeza y el cuello, la mama y la médula espinal. Los síntomas y la gravedad de la radionecrosis varían dependiendo de la localización y la cantidad de tejido afectado, y pueden desarrollarse meses o incluso años después de completar la radioterapia. La causa subyacente de la radionecrosis es el daño a los vasos sanguíneos pequeños dentro del área tratada. La radiación ionizante, aunque dirigida a destruir las células cancerosas, también puede dañar el tejido sano circundante. Este daño vascular conduce a una disminución en el suministro de sangre al área, resultando en una reducción del oxígeno y nutrientes necesarios para mantener el tejido vivo. Con el tiempo, este déficit de sangre causa la muerte del tejido, lo que se conoce como necrosis. En el cerebro, la radionecrosis puede manifestarse con síntomas como dolores de cabeza, convulsiones, debilidad en una parte del cuerpo y cambios en la cognición o la personalidad. En la cabeza y el cuello, puede resultar en dificultad para tragar, pérdida del gusto y úlceras abiertas en la piel o en el revestimiento de la boca y la garganta. En la mama, puede causar endurecimiento y dolor en el tejido mamario, y en la médula espinal, puede conducir a la pérdida de función neurológica. El diagnóstico de la radionecrosis puede ser desafiante, ya que sus síntomas a menudo se asemejan a los del cáncer recurrente. Los médicos utilizan una combinación de historial clínico, examen físico y técnicas de imagen, como la resonancia magnética (RM) o la tomografía por emisión de positrones (PET), para diferenciar la radionecrosis del cáncer. En algunos casos, puede ser necesaria una biopsia para confirmar el diagnóstico. El tratamiento de la radionecrosis depende de su ubicación y gravedad. Las opciones incluyen medicamentos como corticosteroides para reducir la inflamación, hiperbaria para aumentar la oxigenación del tejido, y en casos graves, cirugía para remover el tejido necrótico. Además, se están investigando tratamientos como la terapia con láser y la administración de factores de crecimiento para estimular la curación y la regeneración del tejido. La prevención de la radionecrosis es un componente crucial en la planificación de la radioterapia. Esto implica el uso de técnicas avanzadas de imagen y planificación para dirigir la radiación con precisión a las células cancerosas mientras se minimiza la exposición de los tejidos sanos circundantes. La dosificación cuidadosa y el uso de terapias combinadas también pueden ayudar a reducir el riesgo. © Clínica Universidad de Navarra 2023
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