DICCIONARIO MÉDICO
Recirculación
La recirculación en el contexto médico hace referencia a un proceso biológico específico, generalmente asociado con células sanguíneas, especialmente linfocitos, o con el flujo de sangre y líquidos corporales a través de órganos y tejidos. Es un fenómeno crucial para mantener la homeostasis y la respuesta inmunitaria eficiente en un organismo. El concepto de recirculación se aplica en diferentes ámbitos de la Medicina, desde la inmunología hasta la nefrología, implicando siempre un retorno cíclico de células o sustancias a su punto de origen tras haber cumplido su función específica en el cuerpo. En el sistema inmunológico, la recirculación linfocitaria es un proceso vital mediante el cual los linfocitos, células esenciales para la respuesta inmune adaptativa, se desplazan desde la sangre hacia los diferentes tejidos linfoides y regresan al torrente sanguíneo. Esta constante migración permite la vigilancia inmunológica, la identificación de antígenos y la activación de respuestas específicas contra patógenos. La recirculación linfocitaria es tan esencial que cualquier anomalía en este proceso puede resultar en enfermedades inmunológicas, incluyendo inmunodeficiencias o respuestas autoinmunes descontroladas. Desde el punto de vista fisiológico, la recirculación permite una optimización de recursos y una rápida distribución de células inmunitarias. Los linfocitos T y B, por ejemplo, recirculan constantemente entre la sangre y los órganos linfoides secundarios, como los ganglios linfáticos, el bazo y las placas de Peyer en el intestino. El proceso de homing, donde los linfocitos regresan a estos tejidos, es mediado por una serie de moléculas de adhesión y receptores específicos que reconocen señales químicas del entorno, dirigiendo así a las células inmunitarias al lugar correcto en el momento adecuado. En la Nefrología, la recirculación se refiere al proceso de filtración, reabsorción y secreción que ocurre en los riñones. Este proceso es fundamental para la eliminación de desechos y para la regulación de la composición del plasma y del volumen de líquidos corporales. La recirculación en los riñones asegura que sustancias como la glucosa, sales minerales y agua sean reabsorbidas eficientemente, mientras que los productos de desecho y las toxinas son excretados en la orina. En el campo de la Cardiología, el término puede hacer referencia a la recirculación de la sangre en sí misma, lo que es crucial para la entrega de oxígeno y nutrientes a todos los tejidos del cuerpo, así como para la eliminación de dióxido de carbono y otros subproductos metabólicos. Las patologías que afectan la recirculación sanguínea, como las enfermedades coronarias, pueden tener efectos graves en la salud general y requieren atención médica inmediata. A nivel molecular, la recirculación también puede referirse al reciclaje de componentes celulares, un proceso conocido como autofagia. La autofagia es un mecanismo de limpieza celular que descompone y recicla componentes dañados o innecesarios dentro de la célula, manteniendo así la salud celular y contribuyendo a la respuesta al estrés y a la supervivencia celular. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿A qué se llama recirculación en Medicina?
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