DICCIONARIO MÉDICO
Rectorragia
¿Qué es una rectorragia? La rectorragia es la expulsión de sangre roja brillante por el recto. Dicho de manera simple, es cuando una persona nota sangre fresca en sus heces o en el papel higiénico después de defecar. A diferencia de la melena, que es sangre digerida y se presenta de color negro y pegajoso en las heces, la rectorragia implica sangre que no ha sido digerida y por lo tanto, mantiene su color rojo brillante. La sangre roja brillante en las heces generalmente sugiere que la sangre proviene de una fuente en el tracto gastrointestinal inferior, como el colon, el recto o el ano. No obstante, es esencial considerar que, aunque pueda ser alarmante para el paciente encontrar sangre en sus heces, no siempre es indicativo de una afección grave. Hay varias causas potenciales de rectorragia. Algunas de las más comunes incluyen hemorroides, fisuras anales, diverticulosis, colitis, pólipos, cáncer colorrectal y enfermedades inflamatorias intestinales como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa. Es fundamental que cualquier persona que experimente rectorragia se comunique con un profesional médico para determinar la causa y obtener el tratamiento adecuado si es necesario. Las hemorroides son una de las causas más comunes de rectorragia. Son venas dilatadas en el recto o el ano y pueden causar dolor, picazón y sangrado después de defecar. Las fisuras anales, que son pequeñas lágrimas en el revestimiento del ano, también pueden causar sangrado y dolor al defecar. Por otro lado, la diverticulosis implica la presencia de pequeñas bolsas o sacos en las paredes del colon. Estas bolsas pueden inflamarse o infectarse, una afección conocida como diverticulitis, y causar sangrado. Los pólipos en el colon son otro posible origen de rectorragia. Aunque muchos pólipos son benignos, algunos pueden ser precancerosos o cancerosos, lo que subraya la importancia de las colonoscopias regulares para las personas mayores de 50 años o aquellas con factores de riesgo. El cáncer colorrectal puede manifestarse a través de la rectorragia, aunque hay muchos otros síntomas posibles asociados con esta enfermedad. Es crucial detectar y tratar este tipo de cáncer en sus etapas tempranas para mejorar el pronóstico y las posibilidades de recuperación. En cuanto a las enfermedades inflamatorias intestinales, estas son afecciones crónicas que causan inflamación en el tracto gastrointestinal. La enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa son ejemplos de estas afecciones. Ambas pueden causar rectorragia, además de otros síntomas como dolor abdominal y diarrea. El diagnóstico de la causa subyacente de la rectorragia generalmente implica una serie de pruebas. Estas pueden incluir una colonoscopia, donde se utiliza un tubo delgado y flexible con una cámara en el extremo para examinar el colon y el recto. También pueden realizarse otras pruebas de imagen, como una tomografía computarizada o una resonancia magnética, para obtener una imagen detallada del tracto gastrointestinal. Además, los análisis de sangre pueden ayudar a determinar si hay signos de infección o inflamación. En cuanto al tratamiento de la rectorragia, este variará según la causa subyacente. Por ejemplo, las hemorroides pueden tratarse con cremas tópicas, baños de asiento o, en casos más graves, cirugía. Las fisuras anales pueden beneficiarse de cremas tópicas o supositorios. Si la causa es un pólipo o cáncer, se requerirá un tratamiento más extenso, que puede incluir la extirpación del pólipo, quimioterapia o radioterapia. © Clínica Universidad de Navarra 2023
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