DICCIONARIO MÉDICO
Reflejo del tendón de Aquiles
¿Cuál es el reflejo del tendón de Aquiles? El reflejo del tendón de Aquiles, también conocido como reflejo aquiliano, es una respuesta involuntaria del sistema nervioso que ocurre cuando el tendón de Aquiles es golpeado con un objeto blando y elástico, como un martillo de reflejos. Este reflejo forma parte de los reflejos miotáticos, que son respuestas musculares a la estiración y desempeñan un papel esencial en el mantenimiento de la postura y la locomoción. La evaluación de este reflejo es un componente fundamental del examen neurológico, ya que proporciona información vital sobre la integridad del sistema nervioso central y periférico. Anatómicamente, el tendón de Aquiles es el tendón más grande y fuerte del cuerpo humano y une los músculos gastrocnemios y sóleo, ubicados en la pantorrilla, con el hueso calcáneo del talón. La función principal de estos músculos y del tendón es facilitar la plantiflexión del pie, es decir, el movimiento que permite apuntar la punta del pie hacia abajo y empujar contra el suelo al caminar, correr o saltar. Fisiológicamente, el reflejo del tendón de Aquiles involucra varias estructuras y procesos. Cuando se percibe el estiramiento del tendón, los receptores de estiramiento muscular conocidos como husos musculares generan impulsos eléctricos que viajan a través de las fibras nerviosas sensoriales hacia la médula espinal. Dentro de la médula, estos impulsos sinápticos estimulan las neuronas motoras que inervan los mismos músculos de la pantorrilla. Como resultado, se produce una contracción refleja, causando una breve extensión del pie. Este proceso, que ocurre en milisegundos, es crucial para el diagnóstico de diversas condiciones neurológicas. Por ejemplo, un reflejo aquiliano exagerado puede ser indicativo de enfermedades del sistema nervioso central, como la esclerosis múltiple o lesiones en el tracto corticoespinal. Por el contrario, la ausencia o disminución del reflejo puede sugerir afectaciones en el sistema nervioso periférico, como en la neuropatía diabética o en la presencia de una lesión de los nervios espinales lumbosacrales. La evaluación del reflejo del tendón de Aquiles se realiza en un entorno clínico mediante un examen físico en el que el paciente se coloca en posición prona o sentado con el pie en relajación y el tobillo ligeramente dorsiflexionado. El profesional de la salud golpea suavemente el tendón de Aquiles con un martillo de reflejos, observando la respuesta de plantiflexión. Este procedimiento debe ser realizado por un profesional entrenado para interpretar adecuadamente los resultados. La importancia del reflejo del tendón de Aquiles no se limita al diagnóstico neurológico. También tiene aplicaciones en la rehabilitación física, donde el conocimiento del estado reflejo del paciente puede guiar las intervenciones terapéuticas. En algunos casos, puede ser necesario atenuar un reflejo hiperactivo o facilitar un reflejo reducido mediante técnicas específicas de fisioterapia. © Clínica Universidad de Navarra 2023
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