DICCIONARIO MÉDICO
Rejilla antidifusora
¿Qué es la rejilla antidifusora? La rejilla antidifusora es un componente crucial en el ámbito de la Radiología y juega un papel vital en la mejora de la calidad de las imágenes radiográficas, permitiendo la detección precisa de patologías y anomalías. Situada entre el paciente y el detector de imagen, este dispositivo tiene la finalidad principal de disminuir la cantidad de radiación dispersa que alcanza el detector sin interferir significativamente con los rayos X primarios. La radiación dispersa, generada cuando los rayos X primarios interactúan con el cuerpo del paciente, puede disminuir la calidad de la imagen al reducir el contraste, lo que puede dificultar la identificación de estructuras anatómicas y patologías. Desde su concepción y utilización, las rejillas antidifusoras han permitido a los profesionales médicos obtener imágenes claras y de alta resolución. Están compuestas, generalmente, por una serie de láminas delgadas y paralelas, hechas de material radiopaco, como el plomo. Estas láminas están separadas por espacios de material radiotransparente. La orientación de las láminas se alinea de tal manera que permiten el paso de los rayos X primarios hacia el detector, mientras que bloquean y desvían los rayos dispersos. Para comprender la importancia de este dispositivo, es necesario profundizar en el fenómeno de la dispersión. Cuando los rayos X atraviesan el cuerpo humano, la mayoría pasan sin alteración, pero algunos son desviados en diferentes direcciones debido a interacciones con los tejidos. Estos rayos desviados, denominados rayos dispersos, si llegan al detector, generan un "ruido" en la imagen, lo que reduce la claridad y el contraste. Al bloquear gran parte de esta radiación dispersa, las rejillas antidifusoras ayudan a mantener una alta calidad en las imágenes radiográficas. El diseño y la eficacia de la rejilla dependen de varios factores, como la relación de rejilla, la altura y el espaciado de las láminas. La relación de rejilla se refiere a la relación entre la altura de las láminas radiopacas y la distancia entre ellas. Una relación más alta indica una mayor capacidad para bloquear la radiación dispersa, pero también puede reducir la cantidad de rayos X primarios que alcanzan el detector, lo que podría requerir una mayor dosis de radiación para obtener una imagen adecuada. Por ello, es esencial seleccionar la rejilla adecuada para cada aplicación clínica. Las rejillas pueden ser fijas o móviles. Las fijas permanecen estacionarias durante la exposición, mientras que las móviles se mueven rápidamente, con el objetivo de evitar que las líneas de la rejilla se visualicen en la imagen final. Es vital que las rejillas estén correctamente alineadas con el haz de rayos X para asegurar su eficacia y evitar la degradación de la imagen. Con el avance tecnológico, también han surgido técnicas digitales y algoritmos que intentan replicar o complementar la función de las rejillas antidifusoras, minimizando la radiación dispersa en las imágenes. Sin embargo, en muchas aplicaciones clínicas, la rejilla sigue siendo insustituible por su eficiencia y efectividad. Es relevante mencionar que, aunque la rejilla antidifusora mejora significativamente la calidad de la imagen, también puede aumentar la dosis de radiación al paciente, ya que puede bloquear parte de la radiación primaria. Por lo tanto, su uso debe ser justificado, y se debe hacer un balance entre la calidad de la imagen y la dosis de radiación. © Clínica Universidad de Navarra 2023
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