DICCIONARIO MÉDICO
Resección intestinal
La resección intestinal es una intervención quirúrgica que implica la eliminación de una porción del intestino debido a enfermedades, lesiones o obstrucciones. Este procedimiento es vital en casos donde el tratamiento médico conservador no es suficiente o no resulta efectivo. La intervención puede ser realizada en cualquier segmento del intestino, ya sea el intestino delgado o el intestino grueso. El intestino, siendo una parte crucial del sistema digestivo, es responsable de la digestión y absorción de nutrientes y líquidos, además de la excreción de desechos. Cualquier enfermedad o lesión que comprometa gravemente su función puede tener consecuencias significativas para la salud general del individuo. Hay diversas enfermedades y condiciones que pueden requerir una resección intestinal. Las enfermedades inflamatorias intestinales, como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa, pueden dañar el tejido intestinal al punto de que su eliminación es necesaria. Los tumores intestinales, ya sean benignos o malignos, pueden requerir resección para garantizar su completa eliminación o para aliviar síntomas como obstrucción. Las obstrucciones intestinales, ya sean causadas por adherencias, hernias o enfermedades, también pueden necesitar tratamiento quirúrgico cuando no se resuelven con medidas no quirúrgicas. Las isquemias, que implican una reducción del flujo sanguíneo al intestino, pueden causar necrosis del tejido, requiriendo su pronta eliminación. Las lesiones traumáticas, como las causadas por accidentes, pueden dañar el intestino de tal manera que se requiera su resección. El procedimiento quirúrgico varía dependiendo del segmento intestinal afectado y la extensión de la enfermedad o lesión. En términos generales, se realiza una incisión abdominal, se localiza el segmento afectado del intestino, y se procede a resecarlo. Tras la eliminación, los extremos restantes del intestino se suturan o se unen mediante técnicas anastomóticas para restaurar la continuidad del tracto gastrointestinal. En algunos casos, si no es posible realizar una anastomosis inmediata debido a inflamación o infección, se puede requerir una ostomía, es decir, una apertura externa para la eliminación de heces, que puede ser temporal o permanente. Las complicaciones postoperatorias de una resección intestinal pueden incluir infecciones, hemorragias, formación de abscesos, o fallos en la anastomosis. La recuperación tras la intervención requiere atención especializada y seguimiento médico, incluyendo la posible necesidad de alimentación parenteral (intravenosa) hasta que el intestino se recupere y pueda procesar alimentos nuevamente. La rehabilitación postquirúrgica es un aspecto esencial tras una resección intestinal. El paciente puede requerir adaptarse a cambios en la digestión y absorción, especialmente si se ha eliminado una porción significativa del intestino. La dieta puede requerir ajustes, y en algunos casos, se podrían requerir suplementos nutricionales. La fisioterapia puede ser útil para fortalecer la musculatura abdominal y mejorar la movilidad del paciente. La decisión de proceder con una resección intestinal se basa en un profundo análisis de la condición o enfermedad subyacente, el estado general de salud del paciente, y los posibles riesgos y beneficios de la intervención. Es fundamental que el paciente esté adecuadamente informado y participe activamente en las decisiones sobre su atención médica. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es la resección intestinal?
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