Reservorio ileoanal

¿Qué es un reservorio ileoanal?

El reservorio ileoanal, comúnmente conocido en el campo médico como la anastomosis ileoanal con reservorio o la pouch ileoanal, es un procedimiento quirúrgico que se ha convertido en una solución para pacientes que requieren una colectomía total debido a enfermedades como la colitis ulcerosa o la poliposis adenomatosa familiar. Esta técnica ha demostrado ser una alternativa eficaz para mantener una continencia fecal aceptable sin requerir una ostomía permanente, lo que marca una diferencia significativa en la calidad de vida del paciente.

La técnica del reservorio ileoanal implica la extracción total del colon y el recto enfermo, seguido de la construcción de un reservorio o bolsa a partir del íleon terminal, que es la última porción del intestino delgado. Esta bolsa, diseñada para actuar como un recto artificial, se conecta directamente al ano, lo que permite al paciente evacuar las heces de manera natural.

El propósito principal de este reservorio es actuar como un sustituto funcional del recto. Al proporcionar un espacio donde las heces se pueden acumular temporalmente, este reservorio permite una defecación controlada. Gracias a su capacidad de almacenamiento, la frecuencia de las evacuaciones se reduce, en comparación con lo que sería si el íleon se conectara directamente al ano sin la formación de un reservorio.

La construcción del reservorio ileoanal generalmente se realiza utilizando una técnica denominada técnica en J. En este procedimiento, el cirujano moldea una parte del íleon en forma de "J", creando una estructura que tiene una mayor capacidad de almacenamiento que el íleon normal. Sin embargo, es esencial entender que, aunque esta técnica imita la función del recto, no puede replicar completamente la absorción de agua y electrolitos que ocurre en el colon, lo que puede resultar en heces más líquidas y un número ligeramente mayor de evacuaciones al día.

A pesar de la capacidad mejorada del reservorio ileoanal para almacenar las heces, es común que los pacientes experimenten un período de adaptación postoperatorio. Durante este tiempo, pueden presentarse episodios de evacuaciones más frecuentes, sensación de urgencia y ocasionalmente, incontinencia nocturna. Sin embargo, con el tiempo, la mayoría de los pacientes experimentan una mejora significativa en la función del reservorio, con una reducción en la frecuencia de las evacuaciones y una mejor calidad de vida.

Es fundamental mencionar que, como con cualquier procedimiento quirúrgico, la construcción de un reservorio ileoanal no está exenta de riesgos. Las complicaciones, aunque raras, pueden incluir infecciones, obstrucciones, inflamación del reservorio (pouchitis), fístulas, o incluso la falla del reservorio, lo que podría requerir una intervención adicional o la formación de una ostomía.

Uno de los desafíos más significativos que enfrentan los pacientes después de la cirugía es la reservoritis o pouchitis, una inflamación del reservorio ileoanal. Esta condición puede manifestarse con síntomas como dolor abdominal, evacuaciones frecuentes, fiebre, y ocasionalmente, sangrado. Aunque su causa exacta sigue siendo objeto de investigación, se cree que un desequilibrio en la flora bacteriana del reservorio puede jugar un papel crucial. El tratamiento generalmente incluye antibióticos y, en algunos casos, medicamentos antiinflamatorios.

En el contexto de la elección del tratamiento, es esencial que los pacientes estén adecuadamente informados sobre los beneficios y riesgos asociados con la construcción de un reservorio ileoanal. La decisión de someterse a esta cirugía debe ser el resultado de una discusión detallada entre el paciente y el equipo médico, considerando la naturaleza de la enfermedad subyacente, la salud general del paciente, y sus expectativas y preferencias personales.

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