DICCIONARIO MÉDICO
Resfriado
El resfriado, también conocido en términos médicos como el catarro común, es una infección viral aguda que afecta al sistema respiratorio superior. Es una de las afecciones más prevalentes en todo el mundo y es causada principalmente por rinovirus. No obstante, otros virus, como el coronavirus, adenovirus, entre otros, también pueden ser causantes. Se estima que un adulto promedio puede sufrir varios resfriados al año. Sin embargo, en niños, esta cifra puede ser significativamente mayor debido a la inmadurez de su sistema inmunológico y a la constante exposición a nuevos virus en entornos como las escuelas o guarderías. Los síntomas del resfriado son variados, aunque suelen ser leves y autolimitados. Entre los más comunes encontramos la congestión y secreción nasal, estornudos, tos, dolor de garganta y, en ocasiones, fiebre leve. A diferencia de otras enfermedades respiratorias más graves, como la gripe, el resfriado rara vez causa síntomas sistémicos graves o complicaciones en personas sanas. Sin embargo, en grupos vulnerables, como los ancianos, niños pequeños, o individuos con comorbilidades, un resfriado puede desencadenar complicaciones más severas, como bronquitis o neumonía. La transmisión del catarro común se produce principalmente a través de gotas respiratorias que se expulsan al toser o estornudar. También puede transmitirse tocando superficies contaminadas y luego llevando las manos a la boca, nariz u ojos. Dado que hay más de 200 tipos de virus que pueden causar el resfriado, es casi imposible evitar la infección durante toda la vida. El diagnóstico del resfriado suele ser clínico, basándose en los síntomas presentados por el paciente. En la mayoría de los casos, no es necesario realizar pruebas de laboratorio. Sin embargo, en situaciones donde es crucial identificar el virus causante, como en brotes epidémicos en entornos hospitalarios, se pueden emplear pruebas de detección viral. No existe un tratamiento curativo específico para el resfriado. La terapia está dirigida a aliviar los síntomas y a proporcionar alivio al paciente. Se pueden emplear analgésicos y antipiréticos para controlar el dolor y la fiebre. Además, los descongestionantes nasales pueden ser útiles para aliviar la congestión nasal. Es importante destacar que los antibióticos no son efectivos contra los virus y, por lo tanto, no deben ser utilizados para tratar el catarro común, a menos que exista una infección bacteriana concomitante. La prevención del resfriado se centra en medidas generales de higiene. Lavar las manos regularmente con agua y jabón o utilizar desinfectantes a base de alcohol puede reducir significativamente el riesgo de infección. Asimismo, evitar el contacto cercano con personas enfermas y mantener una buena higiene respiratoria, como cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar, puede ayudar a prevenir la propagación del virus. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es un resfriado?
¿Quiere estar al día sobre temas de salud?
Reciba el boletín de la Clínica para estar al día de novedades y avances médicos