DICCIONARIO MÉDICO
Respuesta de estrés
La respuesta de estrés es un fenómeno biológico y fisiológico que ocurre en todos los seres humanos, caracterizado por una serie de reacciones que el cuerpo lleva a cabo como respuesta a un estímulo que se percibe como amenazante o desafiante para la homeostasis del organismo. Cuando nos referimos a la homeostasis, estamos hablando del estado de equilibrio dinámico del organismo, que busca constantemente mantener las condiciones internas estables, independientemente de las variaciones externas. El estrés desencadena una serie de respuestas que, en su esencia, buscan preservar o restaurar este equilibrio. Es esencial entender que el estrés en sí mismo no es intrínsecamente malo. De hecho, en muchos escenarios, la respuesta de estrés puede ser vital para la supervivencia. Desde un enfoque evolutivo, nuestros ancestros dependían de esta respuesta rápida para enfrentar peligros inminentes, como la aparición de un depredador. La liberación de ciertas hormonas, como el cortisol y la adrenalina, preparaban al cuerpo para la acción, ya fuera luchar o huir. Estas hormonas aumentan la frecuencia cardíaca, elevan la presión arterial, aceleran la respiración y movilizan energía, preparando al individuo para responder eficazmente a la amenaza. A nivel celular y molecular, la respuesta de estrés implica la activación de un complejo sistema que involucra al hipotálamo, una región del cerebro que desempeña un papel central en la conexión entre el sistema nervioso y el sistema endocrino. A través de una cadena de eventos, el hipotálamo estimula a la glándula pituitaria para que libere hormonas que actúan sobre las glándulas suprarrenales, desencadenando la liberación de cortisol. Esta hormona tiene múltiples funciones, entre las que se incluyen la regulación del metabolismo, la respuesta inmunológica y la función cardiovascular. Sin embargo, mientras que una respuesta de estrés aguda puede ser beneficiosa o incluso esencial para la supervivencia, el estrés crónico o prolongado puede tener efectos perjudiciales para la salud. En situaciones de estrés constante, el cuerpo puede mantener niveles elevados de cortisol y otras hormonas relacionadas con el estrés, lo que puede llevar a una serie de problemas de salud, como enfermedades cardiovasculares, trastornos del sueño, alteraciones en el sistema inmunológico y problemas de salud mental. En el ámbito clínico, es crucial poder distinguir entre el estrés agudo y el crónico, ya que el tratamiento y el enfoque pueden variar considerablemente. Por ejemplo, el manejo del estrés agudo puede requerir intervenciones inmediatas para mitigar la respuesta, mientras que el enfoque para el estrés crónico puede centrarse más en identificar y modificar los factores desencadenantes, así como en enseñar técnicas de manejo del estrés. Otro componente esencial en el estudio del estrés es el sistema nervioso autónomo (SNA). El SNA, compuesto por el sistema simpático y el parasimpático, juega un papel crucial en la regulación de la respuesta de estrés. Mientras que el sistema simpático prepara al cuerpo para la acción (respuesta de "lucha o huida"), el sistema parasimpático actúa como un freno, promoviendo la relajación y la recuperación después de la respuesta de estrés. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es la respuesta de estrés?
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