DICCIONARIO MÉDICO
Reticulocito
El reticulocito es un eritrocito joven que se caracteriza por la presencia de una red o malla formada por filamentos, restos de las fases previas nucleadas. La médula ósea, que es el tejido blando que se encuentra en el interior de nuestros huesos, es responsable de producir tres tipos de células sanguíneas: glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas. Los glóbulos rojos, también conocidos como eritrocitos, son vitales para el transporte de oxígeno desde los pulmones a todas las partes del cuerpo y para llevar el dióxido de carbono desde esas partes del cuerpo hasta los pulmones para ser exhalado. A medida que los glóbulos rojos maduran en la médula ósea, pasan por varias etapas. En una de las etapas finales de maduración, se denominan reticulocitos. Estas células, aunque aún no están completamente maduras, ya han comenzado a asumir muchas de las funciones de un glóbulo rojo completamente maduro. Lo que hace que los reticulocitos sean identificables y distintos de los glóbulos rojos maduros es la presencia de material ribosomal remanente en el citoplasma. Esta característica es temporal, y a medida que el reticulocito madura y se convierte en un eritrocito completamente funcional, este material desaparece. La presencia de este material ribosomal puede visualizarse mediante tinción especial, lo que permite a los médicos y laboratorios identificar y contar reticulocitos en una muestra de sangre. La contabilidad de reticulocitos es más que una mera curiosidad académica. Es una herramienta valiosa en el diagnóstico y seguimiento de varias afecciones médicas. Por ejemplo, un recuento elevado de reticulocitos puede indicar que el cuerpo está produciendo activamente glóbulos rojos para compensar una pérdida, como podría ocurrir con una hemorragia, o para reemplazar glóbulos rojos que se destruyen prematuramente, como ocurre en algunas enfermedades hemolíticas. Por otro lado, un recuento bajo de reticulocitos puede ser indicativo de que la médula ósea no está produciendo glóbulos rojos a un ritmo adecuado. Esto podría ser el resultado de una variedad de afecciones, incluidas las enfermedades de la médula ósea, ciertos tipos de quimioterapia, radiación, deficiencias de vitaminas o minerales, o incluso enfermedades crónicas. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es un reticulocito?
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