DICCIONARIO MÉDICO

Retinitis actínica

¿Qué es la retinitis actínica?

La retinitis actínica es una lesión retiniana que se produce por la exposición a los rayos solares. Normalmente surge cuando se mira directamente al sol, como en el caso de un eclipse.

Es un término que proviene del latín "retina" (la capa interna del ojo que recibe y procesa la luz) y "actínica" (relacionado con la radiación), es una afección ocular que surge como resultado de la exposición prolongada o intensa a las radiaciones de la luz, especialmente a las radiaciones ultravioleta. A pesar de que es menos común que otras afecciones retinianas, es esencial comprender su naturaleza, sus síntomas, causas, prevención y opciones de tratamiento, para proteger la salud visual.

La retina es una estructura fina y delicada, sensible a la luz, que tapiza la parte posterior del globo ocular y cuya principal función es convertir la luz en señales eléctricas que se envían al cerebro a través del nervio óptico. Estas señales son procesadas y traducidas en las imágenes que vemos. Una exposición intensa a la luz, en particular a su componente ultravioleta (UV), puede causar daños a nivel celular en la retina, dando lugar a la retinitis actínica.

El origen primordial de la retinitis actínica es la exposición ocular a fuentes de radiación ultravioleta sin la protección adecuada. Las fuentes comunes de esta radiación incluyen la luz solar directa, la soldadura eléctrica, las lámparas solares y algunas fuentes artificiales de luz utilizadas en la medicina y la industria. Es fundamental entender que, aunque los efectos dañinos de la radiación UV sobre la piel son ampliamente reconocidos, los ojos también son vulnerables a dicha radiación.

Los síntomas de la retinitis actínica pueden variar en severidad según el grado y la duración de la exposición a la radiación UV. Los individuos afectados pueden experimentar una disminución repentina de la visión, sensación de deslumbramiento, dolor ocular, enrojecimiento y la percepción de halos alrededor de las luces. También puede haber una percepción alterada del color. Aunque estos síntomas pueden ser temporales y desaparecer después de un tiempo, la exposición repetida o prolongada puede causar daños retinianos permanentes.

La prevención es el pilar fundamental en el manejo de la retinitis actínica. Se recomienda evitar la exposición directa a fuentes de radiación UV, usar gafas de sol con protección UV al estar al aire libre, utilizar protectores faciales o gafas adecuadas al soldar o al exponerse a otras fuentes intensas de luz y seguir las indicaciones de seguridad al trabajar con equipos que emiten radiación UV en entornos médicos o industriales.

El diagnóstico se basa principalmente en la historia clínica del paciente, donde se evalúa la naturaleza y duración de la exposición a la radiación UV y los síntomas presentes. También puede realizarse un examen ocular detallado con dilatación de las pupilas para evaluar la integridad de la retina y detectar posibles daños. En algunos casos, se pueden utilizar técnicas de imagen, como la tomografía de coherencia óptica, para obtener imágenes detalladas de la retina y evaluar la extensión del daño.

El tratamiento de la retinitis actínica depende de la severidad de la afección. En casos leves, donde los síntomas son temporales y desaparecen después de un tiempo, se pueden administrar medicamentos antiinflamatorios y analgésicos para aliviar el dolor y la inflamación. Sin embargo, en situaciones donde hay daño retiniano significativo, el enfoque puede ser más complejo y requerir intervenciones más avanzadas. Es esencial consultar a un oftalmólogo especializado en enfermedades retinianas para una evaluación y manejo adecuados.

Un aspecto crucial en la gestión de la retinitis actínica es la educación y la conciencia sobre la importancia de proteger los ojos de la radiación UV. Es esencial comprender que, si bien el daño inicial puede ser reversible, la exposición repetida y prolongada puede tener consecuencias permanentes para la salud visual. Además, es relevante tener en cuenta que, si bien la retinitis actínica es una afección específica relacionada con la radiación UV, existen otras enfermedades oculares asociadas con la exposición a diferentes tipos de radiaciones.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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