Retinosquisis

¿Qué es la retinosquisis?

La retinosquisis es un término médico que hace referencia a una anomalía ocular en la que las capas internas de la retina se separan, formando una especie de quiste o espacio. Esta separación puede surgir debido a diversos factores, siendo algunos de origen genético y otros adquiridos. La retina es una estructura crucial del ojo, responsable de convertir las señales lumínicas en impulsos nerviosos que luego se transmiten al cerebro para ser interpretados como imágenes. Por lo tanto, cualquier alteración en su estructura puede repercutir en la calidad de la visión.

La patología puede manifestarse de diferentes formas dependiendo de la edad, el tipo y la ubicación de la retinosquisis. En general, hay dos tipos principales: retinosquisis juvenil y retinosquisis senil. La primera suele ser de origen hereditario y se manifiesta en los primeros años de vida. La segunda, como su nombre indica, aparece en las etapas más avanzadas de la vida y tiene causas más variadas.

La etiología exacta de la retinosquisis sigue siendo objeto de investigación. Sin embargo, en muchos casos se ha asociado a mutaciones genéticas que afectan la correcta cohesión entre las células retinianas. En el tipo juvenil, especialmente, las mutaciones en el gen RS1 son comunes. Este gen es crucial para la correcta adherencia de las células de la retina entre sí.

Los síntomas varían dependiendo de la gravedad y el tipo de retinosquisis. Pueden ir desde una leve disminución en la agudeza visual hasta la pérdida total de la visión en los casos más severos. Otras manifestaciones incluyen visión doble, percepción de sombras en el campo visual o incluso la aparición de moscas volantes.

El diagnóstico se basa principalmente en el examen oftalmológico detallado. El uso de equipos como el tomógrafo de coherencia óptica (OCT) es esencial para visualizar la estructura retiniana y confirmar la presencia de la separación. A menudo, también se requiere una angiografía con fluoresceína para evaluar el flujo sanguíneo retiniano y descartar otras patologías con síntomas similares.

El tratamiento de la retinosquisis depende de su causa y gravedad. En muchos casos, especialmente si la afección es leve y no está progresando, se opta por un seguimiento regular sin tratamiento activo. Sin embargo, si hay una amenaza para la visión central o hay signos de progresión rápida, pueden ser necesarias intervenciones más agresivas. Esto podría incluir cirugías como el desprendimiento de la retina o la vitrectomía.

Es fundamental mencionar que la retinosquisis, especialmente en sus primeras etapas, puede ser asintomática. Por lo tanto, las revisiones oftalmológicas regulares son esenciales para su detección temprana, especialmente en aquellos individuos con antecedentes familiares de la enfermedad.

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