Retraso de crecimiento constitucional

¿Qué es un retraso de crecimiento constitucional?

El retraso de crecimiento constitucional es una condición médica caracterizada por un retraso temporal en el crecimiento físico de un individuo, generalmente identificado por una estatura que está significativamente por debajo del promedio para la edad y género del individuo. Esta condición, que suele confundirse con el retraso de crecimiento debido a causas patológicas, es en realidad una variante normal del crecimiento y no es causada por ninguna enfermedad o trastorno médico.

El término "constitucional" se refiere a que este tipo de retraso es una característica inherente al individuo y se basa en la genética y la historia familiar. Es común observar que uno o ambos padres del niño también tuvieron un crecimiento tardío, pero alcanzaron una altura adulta normal o cerca de lo normal. Este patrón de crecimiento, que se observa en aproximadamente el 3-5% de la población, es típicamente benigno en naturaleza y no requiere tratamiento médico. Sin embargo, es fundamental diferenciar el retraso de crecimiento constitucional de otras causas de retraso del crecimiento que pueden ser patológicas y requerir intervención.

Las características principales del retraso de crecimiento constitucional incluyen un inicio postnatal de la desaceleración del crecimiento, una velocidad de crecimiento que está por debajo de lo esperado para la edad durante la infancia y la primera infancia, y una maduración ósea retrasada. Sin embargo, estos niños suelen tener proporciones corporales normales, no presentan otras anormalidades físicas y suelen tener un desarrollo neuropsicomotor normal.

Desde el punto de vista etiológico, aunque la causa exacta del retraso de crecimiento constitucional no se conoce completamente, se cree que está influenciada por una combinación de factores genéticos y posiblemente hormonales. El retraso de la maduración ósea, que es un hallazgo característico en estos niños, sugiere que puede haber una desaceleración en la maduración general, que luego se recupera más tarde en la vida.

El diagnóstico se basa en gran medida en una cuidadosa historia clínica y un examen físico detallado. La evaluación de la estatura de los padres y la consideración de la edad ósea, que se estima mediante radiografías de la mano y la muñeca, son componentes esenciales para el diagnóstico. Las pruebas adicionales, como las pruebas hormonales, pueden ser necesarias para descartar otros trastornos que pueden causar retraso en el crecimiento.

Aunque el retraso de crecimiento constitucional no requiere tratamiento médico, el seguimiento y el monitoreo son esenciales. Esto se debe a que la identificación temprana y el seguimiento adecuado pueden ayudar a diferenciar esta condición de otras causas más graves de retraso del crecimiento. Además, a menudo es valioso ofrecer apoyo y educación a las familias, ya que los padres pueden estar preocupados por la estatura de su hijo y su crecimiento general.

A medida que estos niños alcanzan la pubertad, típicamente muestran un inicio retrasado de la pubertad en comparación con sus compañeros. Sin embargo, la duración de la pubertad suele ser normal o ligeramente prolongada, lo que permite un período de crecimiento adicional. Al final, la mayoría de los niños con retraso de crecimiento constitucional alcanzan una estatura adulta que está dentro del rango normal, basado en las alturas de sus padres.

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