DICCIONARIO MÉDICO

Rotura vesical traumática

¿Qué es la rotura vesical traumática?

La rotura vesical traumática es una lesión que, aunque no sea extremadamente común en la práctica clínica, representa una condición médica grave y requiere una atención inmediata para garantizar la salud y el bienestar del paciente. La vejiga urinaria, un órgano muscular hueco ubicado en la pelvis, tiene la función principal de almacenar y expulsar la orina. Dada su ubicación protegida detrás del hueso púbico, las lesiones traumáticas directas son menos frecuentes, pero cuando ocurren, suelen ser el resultado de fuerzas significativas.

Existen múltiples escenarios en los que una rotura vesical traumática puede presentarse. Los accidentes automovilísticos, caídas desde grandes alturas, lesiones relacionadas con deportes de contacto y traumatismos penetrantes como heridas de bala o puñaladas son causas comunes de lesiones en la vejiga. Asimismo, en el ámbito médico, procedimientos quirúrgicos o diagnósticos, como una cistoscopia, pueden, aunque raramente, resultar en una rotura vesical iatrogénica si no se realizan con el debido cuidado.

Clínicamente, la rotura vesical traumática puede clasificarse en dos tipos principales: extraperitoneal e intraperitoneal.

  • Las roturas extraperitoneales, las más comunes, ocurren cuando la lesión se limita a la parte de la vejiga que está fuera del peritoneo, la membrana que recubre la cavidad abdominal. Estas roturas se asocian comúnmente con fracturas pélvicas.
  • Las roturas intraperitoneales, por otro lado, involucran la porción de la vejiga cubierta por el peritoneo y pueden resultar en la filtración de orina dentro de la cavidad abdominal, lo que representa un riesgo mayor para el paciente.

El diagnóstico de una rotura vesical traumática se basa en una combinación de historia clínica, examen físico y pruebas de imagen. Los pacientes pueden presentar dolor abdominal o pélvico, incapacidad para orinar, hematuria (presencia de sangre en la orina) y signos de shock en casos graves. Las pruebas de imagen, como la cistografía (una radiografía especial de la vejiga) y la tomografía computarizada (TC), son fundamentales para confirmar el diagnóstico y determinar la extensión de la lesión.

El tratamiento para una rotura vesical traumática varía según la gravedad y el tipo de lesión. Las roturas pequeñas o limitadas a menudo pueden ser manejadas con el simple drenaje de la vejiga mediante un catéter urinario durante un período de tiempo, permitiendo que la lesión sane por sí misma. Sin embargo, las roturas más extensas o aquellas que involucran la cavidad abdominal generalmente requieren cirugía para reparar el defecto en la vejiga y garantizar una curación adecuada. Es crucial que los pacientes sean monitoreados cuidadosamente después del tratamiento para detectar cualquier signo de complicación o infección.

La prevención, aunque no siempre es posible dada la naturaleza impredecible de los traumas, es clave. La utilización de equipos de protección adecuados en deportes de contacto, el uso de cinturones de seguridad en vehículos y la precaución al realizar procedimientos médicos que involucran la vejiga son esenciales para minimizar el riesgo de lesión.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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