DICCIONARIO MÉDICO
Rubor
El rubor es una reacción fisiológica que, aunque frecuentemente asociada con respuestas emocionales como la vergüenza o el nerviosismo, tiene implicaciones médicas que van más allá de la mera estética o respuesta a un estado emocional. Se presenta como un enrojecimiento de la piel, predominantemente en la cara, aunque puede manifestarse en otras áreas del cuerpo. Esta coloración rojiza es el resultado del aumento del flujo sanguíneo a los vasos capilares cercanos a la superficie de la piel. La vasodilatación, que es la expansión de los vasos sanguíneos, es el principal motor detrás del rubor facial. Esta expansión puede ser causada por una variedad de estímulos, incluidos factores emocionales, térmicos, químicos o patológicos. El sistema nervioso autónomo juega un papel fundamental en la regulación del flujo sanguíneo cutáneo. Específicamente, el sistema nervioso simpático tiene fibras que controlan la dilatación y constricción de los vasos sanguíneos. Las emociones intensas pueden activar este sistema, lo que lleva a la dilatación de los vasos sanguíneos y, por lo tanto, al rubor. Sin embargo, el enrojecimiento de la piel no siempre es el resultado de respuestas emocionales. Los cambios térmicos, como la exposición al calor o el ejercicio físico intenso, pueden causar un aumento del flujo sanguíneo a la piel, una respuesta natural para ayudar a regular la temperatura corporal. Además, ciertos alimentos y bebidas, especialmente aquellos que contienen capsaicina (como los chiles) o sustancias vasodilatadoras (como el alcohol), pueden provocar rubor. Medicamentos como los vasodilatadores, los inhibidores de la ECA o algunos agentes quimioterapéuticos también pueden tener el rubor como efecto secundario. Desde una perspectiva clínica, es esencial diferenciar el rubor fisiológico del patológico. Existen enfermedades y condiciones donde el rubor es un síntoma predominante. Por ejemplo, la rosácea es una afección crónica de la piel que causa rubor y enrojecimiento persistente en la cara. El carcinoma de células de Merkel, un tipo raro de cáncer de piel, también puede manifestarse con enrojecimiento. El rubor persistente o crónico también puede ser indicativo de síndromes más generalizados, como el síndrome carcinoide, que es una enfermedad hormonal rara. Este síndrome puede causar episodios de rubor intenso debido a la liberación de hormonas que dilatan los vasos sanguíneos. La menopausia es otra condición donde el rubor es un síntoma común. Estos episodios, comúnmente llamados sofocos, son el resultado de fluctuaciones en los niveles de estrógeno, lo que afecta la regulación de la temperatura corporal. Las alergias y reacciones anafilácticas son situaciones médicas agudas en las que el rubor puede ser uno de los muchos síntomas presentes. En estos casos, el enrojecimiento se acompaña frecuentemente de otros signos como hinchazón, urticaria y dificultad respiratoria. El análisis del rubor en el contexto médico también se relaciona con la capacidad del profesional de salud para interpretarlo correctamente. Es fundamental distinguir entre un episodio pasajero sin consecuencias y una manifestación sintomática de una condición subyacente que requiere intervención. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es rubor?
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