DICCIONARIO MÉDICO
Rupia
La rupia es una lesión costrosa de escamas estratificadas en la piel, semejantes a las ostras o a las rocas. Se caracteriza por ser una pústula que, al romperse, forma una costra con una apariencia laminar y en capas, similar a una concha de ostra. Estas costras, de color oscuro, se superponen unas a otras, otorgando a la lesión un aspecto elevado. Por debajo de la costra, la piel afectada puede presentar un grado variable de ulceración, y es precisamente esta combinación de ulceración y costras superpuestas lo que da a la rupia su apariencia distintiva. La causa más conocida de la rupia es la sífilis, una enfermedad infecciosa de transmisión sexual causada por la bacteria Treponema pallidum. La sífilis tiene varias etapas, y es en la fase secundaria cuando pueden aparecer lesiones cutáneas como la rupia, aunque es menos común que otros síntomas cutáneos de la enfermedad. Es importante resaltar que la aparición de rupias es indicativo de una enfermedad no tratada o insuficientemente tratada, y refleja una progresión de la enfermedad que podría tener otras manifestaciones sistémicas. Mientras que la sífilis es la causa más reconocida, no es la única enfermedad que puede presentar rupias. Otras afecciones, aunque raras, también pueden manifestarse con estas características lesiones. Por ejemplo, ciertas infecciones cutáneas, algunas enfermedades autoinmunitarias y determinadas patologías inmunológicas pueden presentar rupias en su curso. El diagnóstico diferencial es esencial cuando un profesional de la salud se encuentra ante una lesión que sugiere rupia. La historia clínica del paciente, la revisión de otros síntomas presentes, y pruebas específicas, como análisis de sangre o biopsias de la piel, pueden ayudar a determinar la causa subyacente de la lesión. Es esencial identificar correctamente la causa de la rupia porque el tratamiento variará significativamente según el diagnóstico. En el caso de la rupia causada por sífilis, el tratamiento consiste en la administración de antibióticos, especialmente penicilina, que es el medicamento de elección para combatir a Treponema pallidum. El tratamiento oportuno y adecuado no solo ayuda a resolver las lesiones cutáneas, sino que también previene complicaciones a largo plazo de la sífilis, que puede afectar diversos órganos y sistemas del cuerpo. Para rupias originadas por otras causas, el tratamiento se dirige específicamente a la enfermedad subyacente, y puede incluir otros tipos de antibióticos, medicamentos antiinflamatorios, inmunosupresores, o terapias tópicas, entre otros. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿A qué se llama rupia en Medicina?
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