DICCIONARIO MÉDICO
Sesamoiditis
La sesamoiditis se define como la inflamación de los huesos sesamoideos y de los tendones que los rodean. Los huesos sesamoideos son huesos pequeños, ovalados, que se encuentran incrustados dentro de los tendones y se ubican en áreas de nuestro cuerpo que soportan presiones y tensiones considerables. Estos huesos, con una forma similar a las semillas de sésamo, se encuentran comúnmente en las articulaciones de los pulgares, en las rodillas y en los pies. En el contexto de la sesamoiditis, se hace referencia principalmente a los huesos sesamoideos de los pies, específicamente los que se encuentran en la parte inferior del pie, cerca del dedo gordo. En esta ubicación, hay dos huesos sesamoideos que ayudan a soportar el peso del cuerpo, proporcionan estabilidad y mejoran la eficiencia mecánica durante la marcha al actuar como una especie de polea para los tendones. Durante el movimiento, estos huesos ayudan a transmitir la fuerza muscular hacia el pie, permitiendo el impulso necesario para el caminar y correr. La sesamoiditis es una afección que suele desarrollarse gradualmente a lo largo del tiempo, a menudo como resultado de actividades que ponen una presión repetida o excesiva en los pies, como correr, bailar o practicar deportes de alto impacto. Este constante estrés puede llevar a la inflamación de los huesos sesamoideos y los tendones circundantes, causando dolor y malestar. Los síntomas de la sesamoiditis incluyen dolor en la parte delantera del pie, específicamente en el área alrededor del dedo gordo, hinchazón y, a veces, dificultad para mover el pie o caminar. En muchos casos, el dolor puede ser peor al caminar o mover el pie, y puede aliviarse con el reposo. Sin embargo, si la condición no se trata, el dolor puede volverse crónico y puede interferir con las actividades diarias. El diagnóstico de la sesamoiditis se basa en la evaluación clínica, incluyendo un examen físico del pie y la revisión de la historia médica y deportiva del paciente. Las técnicas de imagen, como las radiografías, la resonancia magnética o la tomografía computarizada, pueden ser útiles para confirmar el diagnóstico y descartar otras posibles causas del dolor, como las fracturas de los huesos sesamoideos. El tratamiento de la sesamoiditis se orienta a aliviar el dolor y la inflamación, y puede incluir medidas conservadoras como el reposo, la aplicación de hielo, el uso de medicamentos antiinflamatorios, la fisioterapia, y en algunos casos, la inmovilización del pie con una bota o férula. El uso de calzado adecuado y las plantillas ortopédicas también pueden ser beneficiosos para reducir la presión sobre los huesos sesamoideos. En casos severos o persistentes, puede ser necesario el tratamiento quirúrgico. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es la sesamoiditis?
¿Quiere estar al día sobre temas de salud?
Reciba el boletín de la Clínica para estar al día de novedades y avances médicos