DICCIONARIO MÉDICO
Signo de Argyll-Robertson
El Signo de Argyll Robertson, también conocido como pupilas de Argyll Robertson, es un hallazgo clínico caracterizado por la alteración de la reactividad pupilar a la luz y la conservación del reflejo de acomodación. Es decir, las pupilas no responden normalmente a la luz, pero mantienen su capacidad para adaptarse a los cambios de distancia en la visión (reflejo de acomodación). Este signo fue descrito por primera vez por el oftalmólogo escocés Douglas Argyll Robertson en el siglo XIX y, desde entonces, ha sido reconocido como un indicador clave en el diagnóstico de la neurosífilis, una complicación del sistema nervioso central de la sífilis no tratada. Las pupilas son estructuras fundamentales en el ojo, cuyo tamaño se modifica en respuesta a diferentes estímulos. La pupila, a través de su mecanismo de dilatación y constricción, regula la cantidad de luz que entra al ojo. Este proceso es esencial para proteger la retina de posibles daños causados por la luz intensa y para mejorar la agudeza visual en condiciones de poca luz. En circunstancias normales, las pupilas se contraen en respuesta a la luz (reflejo fotomotor) y durante la visión cercana (reflejo de acomodación). Sin embargo, en presencia del signo de Argyll Robertson, estas respuestas pupilares se alteran. El signo de Argyll Robertson se presenta comúnmente en la neurosífilis, una manifestación de la tercera etapa de la sífilis, una infección bacteriana sistémica causada por la espiroqueta Treponema pallidum. En la neurosífilis, las bacterias infectan el sistema nervioso central, lo que puede resultar en una variedad de síntomas neurológicos y psiquiátricos. La aparición de este signo clínico indica una disfunción en la vía neuronal que controla los reflejos pupilares, lo que resulta en una incapacidad para contraerse en respuesta a la luz directa o consensual, mientras que se preserva la reacción a la acomodación. Las pupilas de Argyll Robertson, usualmente, son pequeñas y de tamaño desigual (anisocoria), con una forma irregular. Aunque la ausencia del reflejo fotomotor y la presencia del reflejo de acomodación son los hallazgos más característicos, estas pupilas también pueden presentar una respuesta lenta a la acomodación y una dilatación anormal después de la acomodación. A pesar de estas alteraciones, la agudeza visual y el campo visual del paciente a menudo se conservan, a menos que se presenten otras complicaciones oculares. El diagnóstico del signo de Argyll Robertson se realiza mediante el examen oftalmológico. Se requiere una cuidadosa evaluación de las respuestas pupilares a la luz y la acomodación. La iluminación debe ser adecuada para observar las reacciones pupilares y debe evitarse la fatiga pupilar, que podría interferir con los resultados de la prueba. Aunque este signo es altamente sugerente de neurosífilis, su presencia no es definitiva, por lo que es necesario realizar pruebas complementarias para confirmar el diagnóstico. Las pruebas serológicas y el análisis del líquido cefalorraquídeo pueden ayudar a confirmar la presencia de la infección por Treponema pallidum en el sistema nervioso central. El tratamiento de la neurosífilis, y por lo tanto del signo de Argyll Robertson, implica la administración de penicilina, un antibiótico eficaz contra Treponema pallidum. El tratamiento temprano y adecuado de la sífilis puede prevenir la progresión a neurosífilis y el desarrollo de complicaciones como el signo de Argyll Robertson. Por lo tanto, la prevención, el diagnóstico y el tratamiento oportunos de la sífilis son esenciales para mantener la salud ocular y sistémica. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es el signo de Argyll-Robertson?
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