DICCIONARIO MÉDICO

Síndrome de hipertensión intracraneal

¿Qué es el síndrome de hipertensión intracraneal?

El síndrome de hipertensión intracraneal se refiere a un aumento en la presión dentro del cráneo y que se manifiesta con: cefalea, vómitos y alteración del nivel de conciencia, junto con bradicardia, bradipnea e hipertensión sistémica.

La presión dentro del cráneo es esencial para mantener la integridad del cerebro y las estructuras adyacentes. Cuando esta presión aumenta más allá de los límites normales, puede dar lugar a una serie de síntomas y complicaciones que requieren atención médica.

La anatomía del cráneo es única y compleja. Es una estructura ósea cerrada que contiene el cerebro, el líquido cefalorraquídeo, la sangre y otros tejidos. El volumen total dentro del cráneo es constante, por lo que cualquier aumento en uno de sus componentes puede resultar en un aumento de la presión intracraneal. El líquido cefalorraquídeo, o LCR, es un fluido claro que circula alrededor del cerebro y la médula espinal, desempeñando un papel crucial en la protección y nutrición de estas estructuras vitales. Cualquier alteración en la producción, circulación o reabsorción de este líquido puede resultar en hipertensión intracraneal.

Los síntomas del síndrome de hipertensión intracraneal son variados y pueden manifestarse de diferentes maneras en diferentes personas. Los más comunes son los dolores de cabeza, que suelen ser persistentes, empeoran por la mañana o con maniobras que incrementan la presión intracraneal como toser o estornudar. Otros síntomas incluyen visión borrosa, visión doble, zumbidos en los oídos y, en casos graves, pérdida de la visión. Es crucial reconocer y tratar estos síntomas temprano para evitar complicaciones a largo plazo.

El diagnóstico de la hipertensión intracraneal se basa en la combinación de síntomas clínicos, hallazgos en exámenes físicos y estudios de imagen. Un examen ocular puede revelar hinchazón del disco óptico, conocida como papiledema, que es un signo de hipertensión intracraneal. Las pruebas de imagen, como la resonancia magnética o la tomografía computarizada, pueden ayudar a descartar otras causas de aumento de la presión intracraneal, como tumores o hemorragias. En algunos casos, se puede requerir una punción lumbar para medir directamente la presión del LCR y evaluar su composición.

El tratamiento de la hipertensión intracraneal se centra en reducir la presión dentro del cráneo y tratar la causa subyacente si se identifica. Las opciones de tratamiento pueden incluir medicamentos que reduzcan la producción de LCR, como el acetazolamida, o que aumenten su reabsorción. En algunos casos, puede ser necesario drenar el exceso de LCR mediante una punción lumbar terapéutica o mediante la inserción de un dispositivo llamado derivación, que desvía el LCR desde el cerebro hacia otra parte del cuerpo donde puede ser reabsorbido.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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