DICCIONARIO MÉDICO
Síndrome del opérculo torácico superior
El síndrome del opérculo torácico superior (SOTS) se configura como una condición clínica caracterizada por un conjunto de síntomas que resultan de la compresión de los nervios o vasos sanguíneos en el espacio comprendido entre la clavícula y la primera costilla, conocido como el opérculo torácico. Este síndrome es de relevante importancia médica, y su reconocimiento y entendimiento son cruciales para su manejo y tratamiento efectivo. En el contexto médico, el SOTS se manifiesta por medio de síntomas neurovasculares diversos, con una presentación clínica que puede variar considerablemente de un paciente a otro, complicando en ocasiones su diagnóstico y tratamiento. La etiología del síndrome del opérculo torácico superior es multifactorial, implicando aspectos anatómicos, traumáticos, y funcionales. Anatómicamente, puede haber variaciones como la presencia de una costilla cervical o bandas fibrosas anormales que predisponen a la compresión. Desde una perspectiva traumática, los accidentes o lesiones pueden causar alteraciones en esta área, mientras que factores funcionales como posturas inadecuadas o estrés repetitivo también pueden contribuir al desarrollo de esta condición. Desde el punto de vista clínico, el diagnóstico del síndrome del opérculo torácico superior puede ser un desafío debido a la diversidad de los síntomas y a la existencia de otras condiciones con manifestaciones similares. Los pacientes con este síndrome pueden presentar dolor en el cuello, hombro y brazo, así como sensación de hormigueo o debilidad en la extremidad afectada. En casos donde la compresión afecta principalmente a los vasos sanguíneos, los síntomas pueden incluir cambios de coloración en la mano, hinchazón y, en ocasiones, trombosis venosa. El enfoque diagnóstico del síndrome del opérculo torácico superior incluye una cuidadosa historia clínica, examen físico, y estudios de imagen como resonancia magnética o ultrasonografía, que pueden ayudar a visualizar anomalías anatómicas o confirmar la compresión de estructuras vasculares o nerviosas. Además, pruebas electrofisiológicas como electromiografía y estudios de conducción nerviosa son útiles para evaluar la función neuromuscular y diferenciar entre las diversas formas de opérculo torácico superior, como la forma neurogénica, que es la más común, la forma arterial y la forma venosa. El tratamiento del síndrome del opérculo torácico superior se adapta al individuo y depende en gran medida de la severidad y de la etiología de la condición. En la mayoría de los casos, se prefiere un enfoque conservador, con fisioterapia, modificaciones del estilo de vida y control del dolor. La fisioterapia se focaliza en ejercicios para fortalecer los músculos del cuello y del hombro, mejorar la postura y aumentar la movilidad de la región afectada, mientras que las modificaciones del estilo de vida involucran evitar actividades que puedan empeorar los síntomas. En aquellos casos donde el tratamiento conservador no ha proporcionado alivio, o donde existen anomalías anatómicas significativas o complicaciones graves, la intervención quirúrgica podría ser considerada. La cirugía busca descomprimir la región del opérculo torácico, pudiendo implicar la escisión de una costilla cervical, la resección de bandas fibrosas anormales o la liberación de estructuras comprimidas. La elección del procedimiento quirúrgico depende de la evaluación individualizada del paciente y de la experiencia del equipo médico quirúrgico. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es el síndrome del opérculo torácico superior?
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