DICCIONARIO MÉDICO
Sinequia posterior
La sinequia posterior, en el ámbito de la oftalmología, es una afección que se refiere a la adherencia del iris a la cápsula del cristalino o al cuerpo vítreo, generalmente producto de procesos inflamatorios, infecciosos o traumáticos del ojo. Esta condición médica requiere una comprensión profunda, ya que tiene el potencial de afectar significativamente la visión y la calidad de vida del individuo, y se manifiesta cuando se presentan complicaciones inflamatorias intraoculares, como la uveítis, que afecta las capas intermedias del ojo. El desarrollo de sinequias posteriores es un proceso que puede surgir a raíz de múltiples condiciones patológicas o traumáticas que afectan el ojo, y por ello, es de suma importancia la detección temprana y el tratamiento adecuado de cualquier trastorno inflamatorio o infeccioso ocular que pueda predisponer al desarrollo de sinequias. La comprensión de la etiología y la patogenia de la sinequia posterior es crucial para los oftalmólogos y los profesionales de la salud ocular, ya que permite implementar estrategias terapéuticas efectivas y personalizadas para cada paciente. El diagnóstico de sinequia posterior puede incluir la evaluación clínica del ojo afectado, estudios de imagen como la biomicroscopía ultrasónica y la tomografía de coherencia óptica, que permiten visualizar las estructuras oculares internas y detectar anomalías como adherencias o irregularidades en la región posterior del iris. Asimismo, el análisis detallado del historial médico y oftalmológico del paciente proporciona información vital para identificar factores de riesgo y condiciones subyacentes que puedan contribuir al desarrollo de sinequias posteriores. El tratamiento de sinequia posterior puede variar según la gravedad, la extensión y la causa subyacente de la adherencia. En algunos casos, el manejo médico con agentes antiinflamatorios y ciclopléjicos puede ser suficiente para reducir la inflamación y prevenir la progresión de sinequias. Sin embargo, en situaciones más avanzadas o complejas, puede ser necesario recurrir a procedimientos quirúrgicos, como la cirugía láser o la intervención microquirúrgica, para liberar las adherencias y restaurar la funcionalidad ocular. La prevención de sinequia posterior implica el manejo adecuado y temprano de las condiciones inflamatorias e infecciosas oculares, así como el seguimiento regular con profesionales de la salud ocular para detectar y tratar cualquier anomalía o alteración que pueda surgir. La educación del paciente sobre los signos y síntomas de problemas oculares y la importancia de las consultas oftalmológicas regulares son también elementos clave en la prevención de complicaciones como la sinequia posterior. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es la sinequia posterior?
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