Temporomandibular

¿Qué es temporomandibular?

El término "temporomandibular" en medicina se refiere a la articulación temporomandibular (ATM) y a las estructuras relacionadas, así como a trastornos asociados con esta articulación. La ATM es una articulación compleja que conecta la mandíbula, o hueso mandibular, con el hueso temporal del cráneo. Ubicada en ambos lados de la cabeza, justo delante de las orejas, esta articulación permite realizar movimientos esenciales como masticar, hablar y bostezar.

La ATM es una articulación sinovial, lo que significa que está rodeada por una cápsula articular y contiene líquido sinovial para lubricar las superficies articulares. Es única en su funcionamiento, ya que combina movimientos de deslizamiento (traslación) y de bisagra (rotación). Además, la ATM incluye un disco articular fibrocartilaginoso que se interpone entre las superficies óseas, ayudando a amortiguar la presión y distribuir la carga en la articulación.

Los trastornos temporomandibulares (TTM) son una categoría de condiciones médicas que afectan la articulación temporomandibular y las estructuras circundantes, como músculos, ligamentos y nervios. Estos trastornos pueden ser causados por factores tales como traumatismos, maloclusión dental, bruxismo (rechinar o apretar los dientes), artritis, infecciones y factores genéticos. Los TTM pueden manifestarse a través de síntomas como dolor, limitación de la movilidad, chasquidos o bloqueo de la articulación.

El diagnóstico de los trastornos temporomandibulares puede ser un desafío debido a la diversidad de sus síntomas y causas. Los médicos y odontólogos suelen realizar un examen clínico completo, que incluye la palpación de la articulación y los músculos circundantes, la evaluación de la movilidad y la función de la ATM, así como la revisión de la historia médica y dental del paciente. En algunos casos, se pueden utilizar pruebas de imagen, como radiografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas, para obtener una visión más detallada de la articulación y las estructuras adyacentes.

El tratamiento de los trastornos temporomandibulares varía según la causa y la gravedad del trastorno. Las opciones de tratamiento pueden incluir medidas conservadoras, como cambios en la dieta, terapia física, ejercicios de relajación y terapia cognitivo-conductual. También se pueden emplear dispositivos de avance mandibular, férulas oclusales o medicamentos para controlar el dolor y la inflamación. En casos más severos o persistentes, pueden considerarse tratamientos más invasivos, como inyecciones de corticosteroides, artrocentesis o cirugía.

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