DICCIONARIO MÉDICO
Tos
La tos es un reflejo vital que protege las vías respiratorias y los pulmones contra las infecciones y las sustancias extrañas. Es una acción involuntaria y explosiva que ayuda a limpiar la laringe, la tráquea y las vías respiratorias superiores de moco, irritantes y sustancias extrañas que podrían bloquear el paso del aire. En la mayoría de los casos, la tos es un mecanismo de defensa del cuerpo y es un componente esencial del sistema inmunológico pulmonar. La tos se clasifica típicamente en base a su duración. La tos aguda dura menos de tres semanas y suele ser el resultado de infecciones del tracto respiratorio superior, como el resfriado común o la gripe. La tos subaguda dura entre tres y ocho semanas y a menudo sigue a una infección respiratoria. La tos crónica dura más de ocho semanas y puede ser el síntoma de una condición médica subyacente, como el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el reflujo gastroesofágico, la sinusitis crónica, la insuficiencia cardíaca congestiva o el cáncer de pulmón. La tos puede ser productiva (es decir, puede producir moco o esputo) o no productiva (es decir, seca). La tos productiva puede ser un signo de una infección respiratoria, ya que el cuerpo produce moco adicional para atrapar y eliminar los patógenos. Por otro lado, la tos no productiva puede ser un signo de irritación de las vías respiratorias, como en el caso del asma o de la EPOC. En algunos casos, la tos puede ser paroxística, lo que significa que se producen episodios de tos intensa seguidos de una inspiración agónica que suena como un "gallo". Esto es típico de la tos ferina, una infección bacteriana altamente contagiosa. El diagnóstico de la causa de la tos se basa en la historia clínica, el examen físico y, si es necesario, en pruebas adicionales. Estas pueden incluir radiografías de tórax, pruebas de función pulmonar, pruebas de alergia, pruebas de reflujo ácido, broncoscopia, entre otras. El tratamiento de la tos se centra en abordar la causa subyacente. Por ejemplo, si la tos es el resultado de una infección, se pueden recetar antibióticos. Si la tos es causada por el asma, se pueden usar inhaladores de corticosteroides. Si la tos es causada por el reflujo gastroesofágico, se pueden usar medicamentos que reduzcan la producción de ácido en el estómago. Es importante recordar que la tos es un síntoma, no una enfermedad en sí misma. Por lo tanto, la tos persistente debe ser evaluada por un profesional de la salud para determinar y tratar la causa subyacente. Además, la tos puede tener un impacto significativo en la calidad de vida, ya que puede interferir con el sueño, el trabajo y las actividades sociales. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es la tos?
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