Úlcera oriental

¿Qué es la úlcera oriental?

El término "úlcera oriental" se refiere a una úlcera cutánea, también conocida como úlcera tropical o úlcera de Buruli, causada por la infección con la bacteria Mycobacterium ulcerans. Esta enfermedad infecciosa afecta principalmente a la piel, pero también puede involucrar tejidos subcutáneos, músculos y, en casos graves, huesos. La úlcera oriental es más prevalente en regiones tropicales y subtropicales, especialmente en África occidental y central, y es la tercera enfermedad micobacteriana más común en el mundo después de la tuberculosis y la lepra.

La infección por Mycobacterium ulcerans se caracteriza por la formación de úlceras cutáneas indoloras que pueden aumentar en tamaño y profundidad si no se tratan adecuadamente. La bacteria produce una toxina llamada micolactona, que destruye las células de la piel, el tejido graso y los vasos sanguíneos, lo que lleva al desarrollo de úlceras. La transmisión de M. ulcerans a humanos aún no se comprende completamente, pero se cree que está relacionada con el contacto con agua estancada y la picadura de insectos acuáticos, como los mosquitos y las chinches de agua.

Los síntomas iniciales de la úlcera oriental incluyen la aparición de nódulos, placas o edemas en la piel, que progresivamente evolucionan a úlceras indoloras con bordes irregulares y una base necrótica. Estas úlceras pueden ser muy incapacitantes y, si no se tratan, pueden dar lugar a deformidades, contracturas y discapacidad funcional permanente. Además, en casos avanzados, la infección puede diseminarse a los ganglios linfáticos y causar linfadenopatía.

El diagnóstico de la úlcera oriental se basa en la historia clínica del paciente, los síntomas presentados y las pruebas de laboratorio. Las pruebas incluyen la detección de ácido nucleico específico de M. ulcerans mediante la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), el cultivo bacteriano y el examen histopatológico de muestras de tejido afectado. La PCR es la prueba más sensible y específica para la detección de M. ulcerans y permite un diagnóstico temprano y preciso.

El tratamiento de la úlcera oriental incluye la administración de antibióticos y, en algunos casos, la cirugía. La combinación de rifampicina y estreptomicina o claritromicina es el tratamiento antibiótico recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) durante un período de 8 semanas. La cirugía puede ser necesaria para eliminar el tejido necrótico, mejorar la función y el aspecto estético, y prevenir la discapacidad. También es crucial la rehabilitación y el apoyo psicosocial para los pacientes afectados por esta enfermedad.

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