DICCIONARIO MÉDICO
Úlcera serpiginosa
¿Qué es la úlcera serpiginosa? La úlcera serpiginosa de la córnea es una afección ocular poco común y grave, que se caracteriza por la presencia de una úlcera en la córnea que se extiende de forma serpenteante y puede comprometer la visión del paciente. Este tipo de úlcera corneal generalmente es causada por una infección microbiana, como bacterias, virus, hongos o protozoos. La úlcera serpiginosa de la córnea puede ser secundaria a una infección ocular preexistente, un traumatismo ocular, el uso de lentes de contacto contaminados o la presencia de enfermedades sistémicas que afectan la inmunidad del paciente. Los síntomas de la úlcera serpiginosa de la córnea pueden incluir enrojecimiento ocular, dolor, sensación de cuerpo extraño, fotofobia, lagrimeo excesivo y disminución de la agudeza visual. Si no se trata de manera adecuada y oportuna, la úlcera serpiginosa de la córnea puede conducir a complicaciones graves, como la perforación corneal, la endoftalmitis (infección intraocular) y la pérdida de visión permanente. El diagnóstico de la úlcera serpiginosa de la córnea se basa en la historia clínica del paciente, el examen ocular y las pruebas de laboratorio. Durante el examen ocular, el médico puede observar la úlcera corneal utilizando una lámpara de hendidura, un instrumento que permite examinar detalladamente las estructuras del ojo. Además, se pueden obtener muestras del tejido corneal o del exudado de la úlcera para identificar el agente infeccioso mediante cultivos microbiológicos o pruebas moleculares. El tratamiento de la úlcera serpiginosa de la córnea depende de la causa subyacente y la gravedad de la infección. En general, se administran medicamentos antimicrobianos en forma de gotas o ungüentos oftálmicos, como antibióticos, antivirales o antifúngicos, según el agente infeccioso identificado. Además, se pueden prescribir corticosteroides tópicos para controlar la inflamación y evitar cicatrices corneales que afecten la visión. En casos graves, puede ser necesaria la intervención quirúrgica, como la queratoplastia (trasplante de córnea) para restaurar la integridad del ojo y preservar la visión del paciente. La prevención de la úlcera serpiginosa de la córnea implica la adopción de medidas de higiene ocular adecuadas, como lavarse las manos antes de tocar los ojos, el uso y mantenimiento correctos de las lentes de contacto, y la atención médica temprana en caso de síntomas oculares persistentes o recurrentes. © Clínica Universidad de Navarra 2023
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