DICCIONARIO MÉDICO

Vitritis

¿Qué es la vitritis?

La vitritis es una inflamación del humor vítreo, un gel transparente y viscoso que llena la cavidad posterior del globo ocular, situada entre el cristalino y la retina. Esta condición médica puede ser resultado de diversas afecciones oculares y sistémicas, y requiere una atención especializada por parte de un oftalmólogo para un diagnóstico y tratamiento adecuados.

El humor vítreo cumple funciones esenciales en el mantenimiento de la estructura y función del ojo. Permite el paso de la luz desde el cristalino hasta la retina, y colabora en el suministro de nutrientes y en la eliminación de desechos metabólicos. La inflamación de este componente ocular puede comprometer la salud visual y conducir a una disminución en la calidad de vida del paciente.

Causas y factores de riesgo:

La vitritis puede ser provocada por diferentes factores, entre los cuales se incluyen:

  • Infecciones intraoculares: Bacterias, virus, hongos y parásitos pueden invadir el humor vítreo y causar inflamación. Ejemplos de enfermedades infecciosas que pueden desencadenar vitritis incluyen la endoftalmitis, la retinitis por citomegalovirus y la toxoplasmosis ocular.
  • Enfermedades inflamatorias: La uveítis, una inflamación de la úvea (la capa vascular del ojo), puede extenderse hacia el humor vítreo y causar vitritis. La sarcoidosis y la enfermedad de Behçet son otros ejemplos de trastornos inflamatorios que pueden afectar el vítreo.
  • Traumatismos oculares: Lesiones en el ojo, como las heridas penetrantes o perforantes, pueden causar inflamación del humor vítreo.
  • Cirugía ocular: Procedimientos quirúrgicos, como la vitrectomía o la cirugía de cataratas, pueden causar inflamación vítreo-retiniana en algunos casos.
  • Enfermedades sistémicas: Condiciones médicas como la diabetes, el lupus eritematoso sistémico y la artritis reumatoide pueden estar asociadas con vitritis.

Los síntomas de la vitritis pueden variar según la causa subyacente. Algunos signos comunes incluyen:

  • Visión borrosa o disminuida
  • Flotadores o moscas volantes (miodesopsias)
  • Fotopsias (destellos luminosos)
  • Dolor ocular leve a moderado
  • Enrojecimiento del ojo

El diagnóstico de vitritis requiere un examen oftalmológico completo, incluyendo la evaluación del fondo de ojo mediante oftalmoscopia indirecta y tomografía de coherencia óptica (OCT). En algunos casos, pueden ser necesarias pruebas adicionales, como análisis de sangre o cultivos vítreos, para determinar la causa específica de la inflamación.

El tratamiento de la vitritis dependerá de la causa subyacente. Las opciones terapéuticas pueden incluir:

  • Medicamentos antiinflamatorios: Los corticosteroides, tanto en forma de gotas oftálmicas como de inyecciones intraoculares o sistémicas, pueden ser utilizados para reducir la inflamación del humor vítreo.
  • Antibióticos, antivirales o antifúngicos: En casos de vitritis de origen infeccioso, el tratamiento con agentes antimicrobianos específicos es fundamental para controlar la infección.
  • Inmunomoduladores o inmunosupresores: En situaciones de enfermedades inflamatorias o autoinmunes, estos fármacos pueden ser empleados para regular la respuesta inmunitaria del organismo y controlar la inflamación.
  • Vitrectomía: En casos severos de vitritis que no responden al tratamiento médico, puede ser necesario realizar una intervención quirúrgica para extraer parte o la totalidad del humor vítreo y sustituirlo por una solución salina o un gas especial.

La prevención de la vitritis implica el manejo adecuado de las condiciones médicas subyacentes, la adopción de medidas higiénicas para reducir el riesgo de infecciones oculares y el seguimiento regular con un oftalmólogo, especialmente en pacientes con factores de riesgo.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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