El piloto Alex Mariñelarena finaliza con éxito su rehabilitación
Ocho meses después del accidente de moto que sufrió en un entrenamiento, los especialistas de la Clínica Universidad de Navarra le han dado el alta médica del tratamiento neurorrehabilitador
17 de octubre de 2014
“El tratamiento que ha recibido Alex ha sido un tratamiento intensivo, temprano y multidisciplinar. Probablemente este aspecto y su voluntad de recuperarse es lo que ha llevado a un éxito en su recuperación”. Así lo ha declarado el doctor Manuel Murie, responsable de la Unidad de Neurorrehabilitación de la Clínica Universidad de Navarra y especialista que ha dirigido el tratamiento de recuperación del piloto navarro de Moto2 (Mundial de competición) Alex Mariñelarena, junto a la doctora Milagros Casado, directora del Servicio de Rehabilitación del mismo centro hospitalario.
Tras casi ocho meses de tratamiento rehabilitador, el motociclista recibió esta semana el alta médica. “Lo cierto es que la evolución ha sido muy satisfactoria y en los tiempos esperados”, subraya el neurólogo.
Mariñelarena llegó el pasado 21 de marzo a la Clínica, prácticamente un mes después del accidente, casi recién despertado del coma inducido. “Desde entonces –describe el especialista- nos planteamos una estrategia de rehabilitación multidisciplinar porque había que tratar las fracturas óseas, el daño cerebral que presentaba y el desequilibrio que tenía como consecuencia del traumatismo craneoencefálico”.
El equipo médico de la Clínica se fijó rápidamente los objetivos, el primero, iniciar el tratamiento de forma ambulatoria, “que es lo que intentamos siempre. Posteriormente trazamos estrategias de neurorrehabilitación centradas en la recuperación del equilibrio, la restauración de la marcha, estrategias cognitivas, tratamiento de neuropsicología y terapia ocupacional”, detalla el doctor Murie.
El especialista determina que “la recuperación ha sido muy rápida. En tan sólo 6 meses, Alex ha conseguido una recuperación prácticamente absoluta. Puede realizar una vida totalmente normal y de forma autónoma y esto hay que considerarlo un triunfo. Otra cuestión es que para cada persona el éxito sea relativo y, en estos procesos, es cierto que el paciente siempre quiere más”.
A día de hoy el éxito en el restablecimiento de Mariñelarena radica en “que puede coger la moto, que incluso ya la ha utilizado, y puede obtener sensaciones de velocidad. Pero para un nivel profesional y de competición, el tiempo decidirá, porque en esas circunstancias hay que estar al 120%, no vale sólo con el 100%”, advierte.
Accidente y consecuencias
Hay que remontarse al pasado 27 de febrero para recordar el accidente que Mariñelarena (Irurtzun, 1992) sufrió durante un entrenamiento en el circuito Paul Ricard en la localidad de Castellet, al sur de Francia. “Estábamos entrenando al nivel más alto, intentando obtener el máximo rendimiento de la moto y de nosotros para estar en la mejor forma posible antes del Gran Premio de Qatar”, indica.
“En el momento más crítico, a 184 km/h, tuve la mala suerte de caer de la moto e impactar con la cabeza en el muro, una pared que estaba protegida con airbag hinchable pero en la que previamente había chocado mi moto y ya había hecho estallar el airbag. De forma que pegué en seco contra el muro a una velocidad entre 90 y 100 km por hora”, describe el motociclista.
El accidente dejó al motorista en estado muy grave. Trasladado al hospital francés de Toulon (Francia) y en vista de las numerosas fracturas y del grave traumatismo craneoencefálico sufrido, los especialistas galos decidieron inducirle un coma farmacológico en el que permaneció durante una semana.
Pero, sin duda, el aspecto más comprometido fue el fuerte impacto que recibió en la cabeza contra el muro del circuito. Como consecuencia sufrió cuatro hematomas cerebrales. “Me realizaron una pequeña cirugía para introducir un catéter en la cabeza, de forma que se pudiera extraer líquido de los hematomas y evitar así que aumentara la presión craneal.
Fue la situación de mayor gravedad, por la que me indujeron el coma”, detalla. Además, el accidente le produjo tres fracturas en la escápula, fisuras en la mandíbula y en la cadera, rotura de tres metatarsos del pie derecho y dos del izquierdo y una fractura en la muñeca izquierda.
El deportista navarro considera que la recuperación de las lesiones físicas “ha ido muy bien y ha sido muy rápida. Lo más lento han sido los hematomas cerebrales. Además, tuve la mala suerte de que el impacto me afectó al oído derecho con consecuencias en el equilibrio, que es lo que más ha alargado mi restablecimiento y que tengo que recuperar todavía al cien por cien para poder competir al nivel que estaba”.
Mariñelarena afrontó el día de su alta médica “con mucha ilusión y ganas. Ha sido una despedida muy emotiva de la Clínica porque es el centro donde he hecho este año mi carrera particular y donde me ha tocado pasar la temporada. He recibido un trato excepcional de todo el mundo desde el primer día que ingresé, todas las personas que me han tratado lo han hecho de forma muy emotiva. Y además, la despedida ha sido sobre una moto”.