La Clínica Universidad de Navarra inicia un proyecto de investigación para buscar un tratamiento para la ataxia telangiectasia
Aefat adjudica a la Clínica este proyecto, con un presupuesto total de 150.000 euros en tres años, y que tiene como objetivo encontrar un procedimiento personalizado para cada paciente mediante la tecnología CRISPR
4 de abril de 2018
La Clínica Universidad de Navarra ha recibido la adjudicación de 150.000 euros en tres años para el desarrollo de un proyecto de investigación por parte de Aefat, la asociación que agrupa a las familias afectadas por ataxia telangiectasia en España.
El comité científico que asesora a la asociación decidió que el estudio dirigido por los investigadores Felipe Prósper y Borja Sáez era el que más se enfocaba al objetivo primordial de las familias: buscar un tratamiento que pueda mejorar la calidad de vida de sus hijos y frenar el avance de los efectos de esta dolencia, mientras no aparezca una posible cura.
La ataxia telangiectasia (AT) es una enfermedad genética y neurodegenerativa, altamente incapacitante, que obliga el uso de silla de ruedas hacia los 9 años y afecta a numerosos órganos, causando inmunodeficiencia, problemas respiratorios y mayor predisposición al desarrollo de cáncer. Aefat agrupa a las familias de unos 30 niños y jóvenes afectados que residen en distintas provincias españolas.
El proyecto de investigación, que será desarrollado inicialmente en modelos preclínicos de AT, propone la utilización de estrategias de edición génica mediante la tecnología CRISPR/Cas9 para corregir las mutaciones (o errores en la secuencia de ADN) del gen ATM, causantes de la ataxia telangiectasia, en células madre hematopoyéticas (células inmaduras que se puede transformar en todos los tipos de células sanguíneas, como glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas).
Posteriormente dichas células “corregidas” serán empleadas para reemplazar el sistema hematopoyético del individuo afectado mediante la realización de un trasplante de médula. Una característica clave es que este trasplante se realizará mediante la ablación de la médula del paciente por medios que no dañan el ADN, ya que dichos tratamientos, que por otra parte son estándar, son muy tóxicos para los pacientes de AT.
Estarán implicados distintos especialistas de las áreas de terapia celular y terapia génica, y la unidad de trasplante hematopoyético de la Clínica Universidad de Navarra. Se trata del primer estudio de estas características que se realiza en España aplicado a la ataxia telangiectasia.
Corrección de mutaciones genéticas
El CRISPR/Cas9 funciona como una herramienta de precisión que permite modificar el genoma de una célula de forma específica y segura, corrigiendo mutaciones puntuales o incluso permitiendo la inserción de la secuencia completa del gen que se desea corregir.
Por su parte, las estrategias de acondicionamiento no genotóxico se basan en el uso de medicina de precisión que permite de forma altamente específica facilitar el trasplante de las células corregidas sin necesidad del uso de métodos agresivos que pusieran en riesgo el bienestar de los pacientes.
La combinación de ambas tecnologías aspira a convertirse en un tratamiento preventivo para la inmunodeficiencia asociada a la AT (incluidas las infecciones respiratorias), a eliminar el riesgo de desarrollo de tumores hematológicos e incluso podría tener un impacto sobre la capacidad motora de los afectados.
Como explica el Dr. Felipe Prósper, director del Área de Terapia Celular y codirector del Servicio de Hematología de la Clínica Universidad de Navarra, “esperamos que tanto la corrección de mutaciones puntuales en ATM como la sustitución de la secuencia del gen mutado por su variante normal permita revertir los efectos de la mutación y contribuir a paliar los síntomas asociados a la enfermedad”.
Por su parte, Borja Sáez, biólogo e investigador independiente del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra, asegura que “el objetivo es encontrar, mediante la medicina personalizada, un tratamiento para las personas afectadas que permita minimizar al máximo las complicaciones asociadas a la AT y así tener un impacto importante en su calidad de vida. Esperamos que nuestro proyecto demuestre la viabilidad de la aproximación que proponemos en los estudios preclínicos y nos permita pensar en un estudio clínico de fase I en un futuro no muy lejano”.