La Clínica Universidad de Navarra participa en el primer estudio nacional de los pacientes ingresados por COVID-19
Junto a otros 126 hospitales españoles y promovido por la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), se ha elaborado un informe de las características, complicaciones y pronóstico de los primeros 4.035 pacientes ingresados en nuestro país con diagnóstico de COVID-19
23 de septiembre de 2020
La Clínica Universidad de Navarra ha colaborado en el primer estudio nacional, COVID-19@Spain, promovido por la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) en el que se han caracterizado epidemiológica y clínicamente a los primeros 4.035 pacientes diagnosticados de COVID-19 ingresados en España desde el inicio de la pandemia hasta el 17 de marzo de 2020. Este trabajo hubiese sido imposible sin la colaboración de todos los profesionales tanto de la sede de Madrid como de Pamplona.
“Es una base de datos nacional donde 127 centros hospitalarios hemos ido incorporando los pacientes que ingresaban por COVID-19 y que nos ha permitido conocer qué ha ocurrido en España a nivel hospitalario”, explica el Dr. José Luis Del Pozo, director de Microbiología y Enfermedades Infecciosas de la Clínica. “Además, los datos globales nos ayudan a valorar los datos de nuestro hospital”.
Los hallazgos de este estudio, publicados en la revista Clinical Microbiology and Infection, muestran que la edad media al ingreso era de 70 años, el 25% fueron mayores de 80 años, y que el 61% fueron varones. Sabemos que las comorbilidades complican el pronóstico de estos pacientes, en esta serie más del 70% tenía alguna enfermedad subyacente. La hipertensión arterial, cardiopatía crónica, diabetes, EPOC y la obesidad fueron las más frecuentes.
Asimismo, este estudio ha contribuido a obtener un mejor conocimiento de la evolución de la enfermedad. En el momento del ingreso, los síntomas más frecuentes fueron fiebre, tos, malestar general y disnea. Uno de cada tres pacientes ingresados progresó a un síndrome de distrés respiratorio agudo, una complicación que se asoció a una mayor mortalidad (el 59,3% de los pacientes con distrés respiratorio agudo fallecieron).
El 18,5% de los pacientes se trasladaron o ingresaron directamente a la UCI. De ellos, el 15,5% requirieron ventilación mecánica invasiva y el 28% de los pacientes fallecieron. El 54,9% de los pacientes fallecidos tenían más de 80 años.
Corticoides y tocilizumab, muestra menor mortalidad
La creación de esta base de datos ha permitido a su vez el inicio de diferentes estudios sobre COVID-19. Uno de ellos, coordinado por el Hospital Universitario Virgen Macarena y en el que participan 60 centros hospitalarios, ha demostrado que la combinación de corticoides y tocilizumab mejora las cifras de mortalidad en pacientes con COVID-19.
“Se han analizado cuatro opciones terapéuticas con distintas combinaciones y la conclusión de este estudio con más de 770 pacientes incluidos muestra que los pacientes que recibieron corticoides y tocilizumab tenían una mejor evolución con una menor mortalidad”, apunta el Dr. Del Pozo.
Según los resultados, publicados también en la revista Clinical Microbiology and Infection, el riesgo de fallecer o necesitar ventilación mecánica en los pacientes tratados precozmente con tocilizumab o es inferior a la mortalidad de los no tratados.