La neuroimagen en el TDAH, una de las principales ponencias de la VII Jornada de Actualización en Psiquiatría Infantil y Adolescente a la que acudirán 150 especialistas
El simposio se desarrollará el viernes 21 de junio, durante toda la mañana, en el salón de actos del CIMA de la Universidad de Navarra. El doctor César Soutullo, psiquiatra de niños de la Clínica Universidad de Navarra y director del comité organizador, destacó, entre otros temas de la jornada, la intervención psicoeducativa en TDAH y la ponencia sobre la relación con los trastornos de la conducta alimentaria.
20 de junio de 2013
“Se ha demostrado que las manifestaciones conductuales propias de un niño con trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) se producen por una alteración cerebral”, indica el doctor César Soutullo, psiquiatra de niños de la Clínica Universidad de Navarra, especializado en este trastorno y director del comité organizador de la “VII Jornada de Actualización en Psiquiatría Infantil y Adolescente: TDAH y DSM-5: Desde la Biología a la Clínica Multidisciplinar”, que se celebrará mañana viernes, durante toda la mañana, en el salón de actos del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra.
La reunión científica ha colgado el cartel de lleno al contar con la participación de más de 150 asistentes. El simposio está organizadode forma conjunta por el Departamento de Psiquiatría y Psicología de la Clínica y por la Unidad de Psiquiatría Infantil y Adolescente del SNS del Gobierno de Navarra y auspiciado por la Sociedad Vasco-Navarra de Psiquiatría.
Entre todos los temas del programa, el doctor Soutullo destacó los últimos hallazgos en neuroimagen cerebral sobre el origen del TDAH como uno de los aspectos más relevantes que se tratarán durante la jornada. Para desarrollar esta cuestión, el simposio contará mañana con la participación de uno de los científicos más experimentados en neuroimagen del TDAH, el doctor Samuele Cortese, de la Universidad de Verona, cuya ponencia versará sobre “Actualización en Neuroimagen”.
La reunión ofrecerá además una actualización de los últimos tratamientos farmacológicos a cargo de la doctora Azucena Díez Suárez (Dep. Psiquiatría, Clínica Universidad de Navarra), además de los últimos cambios en la revisión más reciente del manual de diagnóstico y tratamiento clínico, el DSM-V. Entre ellas, destacó un cambio en la edad mínima antes de la cual debe haber síntomas para considerar un diagnóstico de TDAH, fijada hasta ahora en los 7 años y ampliada en el nuevo manual hasta los 12 años. Este aumento de la edad mínima mejora la detección en niños más mayores, que pueden haber tenido síntomas por debajo de los 7 años, pero que no los recuerdan los padres porque no causaron grandes problemas. De estas cuestiones dará cuenta la charla de la doctora Matilde Martínez Moneo, psiquiatra del Servicio Navarro de Salud.
Aspectos novedosos
De modo general, el especialista de la Clínica describe el TDAH como un trastorno biológico del cerebro, de origen principalmente genético, propio de edades pediátricas y de la adolescencia que se caracteriza por un comportamiento “en el que los niños son muy movidos, no paran, interrumpen, son inatentos, no se fijan en los detalles y cometen errores por descuido. Demoran las tareas y hacen las cosas rápidamente para terminar enseguida. Tienen olvidos frecuentes, lo que obliga a padres y profesores a permanecer siempre pendientes, cuestión que interfiere tanto en su rendimiento académico como en su conducta cotidiana”. Estos comportamientos causan problemas académicos, de conducta y de interacción social en casa, en el colegio y en otros ámbitos de la vida del niño.
Hace ya unos años se descubrió, a través del estudio de la imagen cerebral, que todas estas manifestaciones conductuales tienen su origen en una alteración situada en una región cerebral concreta, principalmente los lóbulos frontales. “Se ha comprobado que en determinadas zonas cerebrales, laterales, frontales y temporales muchos de estos niños presentan menos grosor de la sustancia gris, menos desarrollo cerebral. Esta circunstancia se traduce en que los niños que la manifiestan presentan una maduración correspondiente a la de una persona de menor edad, unos 2,5 años menor”.
El cíngulo es una de las regiones cerebrales en las que se observa menos volumen en pacientes con este trastorno. “Se trata del área que regula el control de los impulsos, la concentración y, en parte, las emociones”. Esto explicaría que los pacientes con TDAH presenten una diferencia conductual de cerca de 3 años menos respecto a personas de la misma edad sin este trastorno.“Son niños que con 12 años se levantan en clase y enredan como si tuviera 7 o 9 años”, ejemplifica el psiquiatra.
Entre los aspectos novedosos de la neuroimagen en el TDAH que aportará la jornada, el doctor Soutullo apunta que mediante estas pruebas diagnósticas se ha comprobado que la medicación consigue generar más actividad en el cíngulo, esa parte cerebral menos desarrollada. De esta forma, esa mayor actividad compensaría el déficit de volumen de esa región del cerebro.
La importancia de la medicación
El especialista recordó que el tratamiento del TDAH se basa en tres pilares. El primero es la psicoeducación y el entrenamiento a los padres en técnicas de manejo conductual, cuyo objetivo es proporcionar un conocimiento profundo del trastorno a padres y educadores. La necesidad de un apoyo académico específico, tanto dentro como fuera del aula, con profesorado de apoyo y clases particulares constituiría la segunda base y en tercer lugar figuraría el tratamiento farmacológico, la medicación.
En esta línea, entre otras actualizaciones que se expondrán en la jornada, destaca la comprobación de que la medicación aproxima el desarrollo cerebral de estos niños a una mayor normalidad.“Se trata de un aspecto muy importante porque hasta ahora ha existido una reticencia por parte de los padres a medicar a sus hijos con TDAH por temor a que los fármacos tuvieran efectos adversos”. Sin embargo, estudios recientes basados en neuroimagen han demostrado “que las áreas cerebrales menos desarrolladas, no sólo no empeoran sino que mejoran en su maduración con la medicación. La medicación consigue que el volumen de esa zona sea más parecido al de niños controles sanos con los que se han comparado los pacientes con TDAH”.
A juicio del especialista conocer esta cuestión tiene una importancia fundamental “porque el tratamiento farmacológico se debe tomar de forma ininterrumpida durante todo el período de tiempo que el especialista considere necesario”. Con la edad, advierte, un elevado número de pacientes cesarán la medicación porque dejarán de necesitarla, “ya que se habrá producido una maduración cerebral, no sólo en cuanto al volumen, sino también en las conexiones entre las diferentes zonas del cerebro”, apunta. La neuroimagen ha estudiado asimismo la conectividad cerebral y tras numerosos estudios se ha podido comprobar que en estos pacientes también se presenta aminorada.
La adaptación y apoyos académicos
La necesidad imperiosa de un apoyo académico para estos pacientes, tanto dentro como fuera del aula, es la parte del tratamiento que desarrollará en su charla la experta en psicopedagogía Isabel Orjales, doctora en Ciencias de la Educación, especializada en programas específicos para niños con TDAH y profesora de la Facultad de Psicología de la UNED. “Entre otras cuestiones, esta experta explica que si un niño con TDAH falla a la hora de hacer los exámenes, habrá que analizar en qué está fallando”, afirma el especialista de la Clínica.
Desde este análisis, el doctor Soutullo recuerda que “si se trata de un problema de mantenimiento de la atención, sería necesario adaptarle la forma de hacer el examen, no el contenido. Cambiar la forma puede consistir en dividir la ejecución del examen en varias partes, introduciendo descansos entre cada una de ellas, de forma que tras ellos, el niño con TDAH pueda volver a retomar la atención”, argumenta. Isabel Orjales ofrecerá en su conferencia una serie de recomendaciones sencillas y muy prácticas, “dirigidas especialmente a un grupo muy nutrido de profesionales que van a asistir a la jornada, como es el de orientadores escolares y profesores de colegios con un interés muy práctico”.
Prevención: importancia del diagnóstico precoz
Como en todas las jornadas de actualización del TDAH, la prevención constituirá un capítulo propio. El especialista destacó la necesidad de un diagnóstico temprano de este trastorno ya que, de no ser así, “de no corregirse pronto –insiste- un TDAH puede pasar de tener una repercusión básicamente académica, en el aprendizaje, a otro tipo de manifestaciones de conducta más graves, como por ejemplo, síntomas de depresión porque se les reprende desde todos los ámbitos, lo que repercute en su autoestima, de forma que dejan de intentar hacer bien las cosas. Comienza así el fracaso escolar, dejan de ir a clase y pueden llegar a juntarse con chicos marginales”. Las complicaciones se van sumando. “Nos llegan chicos con repeticiones de cursos o abuso de sustancias tóxicas a edades tempranas, 13 ó 14 años, con una situación familiar conflictiva porque no obedecen. De forma que su situación personal se hace cada vez más compleja”.
El especialista abogó en este sentido por la necesidad cada vez más acuciante de la prevención y detección temprana, “porque cuanto más se tarda en tratar, como cualquier otra enfermedad, más se agrava y se complica. Por eso, con las herramientas que tenemos es necesaria una intervención lo más pronta posible”.